Los tiburones son peligrosos pero menos de lo que podemos imaginar, ya que en todo el mundo son unas 12 personas las que mueren por ataques de tiburones cada año. Mientras tanto, casi 11.420 tiburones mueren por ataques humanos en el mismo lapso de tiempo.

Existe una forma de saber cuándo va a atacar un tiburón: según sus movimientos. En el instante previo a un ataque, el tiburón encorva la espalda, baja sus aletas pectorales y nada con marcados movimientos en zigzag.

Otra de las características de estos peces se encuentra en el tiburón Mako o de aleta corta (Isurus oxyrinchus). Esta especie tiene una asombrosa velocidad que puede llegar a alcanzar arranques de punta de más de 124 km/h, acelerando más rápido que un automóvil de tipo Porsche y convirtiéndose en el animal más rápido bajo el agua conocido.

Existe también una especie con una peculiar cola: el Alopias vulpinus, comúnmente conocido como tiburón zorro. Este tiburón tiene también una cola similar a un látigo con la que golpean a sus presas, pueden aturdirlas e incluso enroscarlas para facilitar el ataque.

Finalmente podemos apuntar que algunas especies de tiburones son muy longevos. Un buen ejemplo es el gigantesco tiburón ballena (Rhincodon typus), que tiene una esperanza de vida de entre 70 y hasta 100 años de promedio y que, según se estima, habita la Tierra desde hace más de 60 millones de años. Además, no solo es el tiburón más grande que existe sino también el pez más grande conocido.