Nudo ferroviario más importante del Sur y Levante

Este año se cumplían 165 años de la llegada del ferrocarril a la ciudad con la apertura del tramo entre Tembleque y Alcázar de San Juan de la línea férrea Madrid-Alicante. Era el año 1854.

Los ferrocarriles españoles “nacen” en el año 1844 cuando el Gobierno de España promulga la primera Ley sobre ellos, siendo el principal objetivo el acercar Madrid a las playas del Levante. En 1846 se comienza a trabajar en el primer ferrocarril con trayecto de Madrid a Aranjuez de mano del promotor de ferrocarriles, D. José de Salamanca, pero este, acosado por los acreedores, tendría que huir en 1847 a Francia, paralizándose las obras. Esto haría que, en octubre de 1848, se inauguraría el primer ferrocarril con servicio público en España pero con trayecto Barcelona-Mataró, que empezó a construirse en 1847. D. José Salamanca volvería a Madrid en 1850 para continuar las obras que se habían abandonado, siendo el año 1851 cuando quedaría inaugurado el trayecto Madrid-Aranjuez.

Llegado el año 1852, un pregonero recorre las calles de Alcázar de San Juan anunciando a los vecinos que “todo aquel que quisiera trabajar en las obras de la red ferroviaria, debía presentarse en el camino que salía de la calle de las Huertas”. Así, la mayoría de vecinos se congregaron en aquel lugar, donde el propio D. José de Salamanca llegó acompañado de altas personalidades. Con un azadón, señaló el sitio donde había que levantar la estación, tras ello, devolvió la herramienta a su dueño junto a una moneda de oro de diez duros, simbolizando tal vez así, la prosperidad y el empleo para la ciudad.

A las 15:10 h. del día 21 de mayo de 1854 llegó a los andenes de la ya terminada estación de tren de Alcázar un tren de lujo, compuesto por un extraordinario coche-salón recién traído de Alemania. De él salieron varios Ministros del Gobierno de por aquel entonces entre los que se encontraba D. José de Salamanca, que tras un paseo por la ciudad, declararon inaugurado el ferrocarril Madrid-Alcázar de San Juan.

Izq.: Fotografía de varias personas sobre las vías del tren de la estación de Alcázar de San Juan en el siglo XIX. Centro: Varios viajeros esperando al tren en el año 1922. Dcha.: Estatua homenaje a los ferroviarios situada en la fachada.

Tras ello, en 1855 se inauguraba el tramo Alcázar-Albacete, en 1857 se abriría el tramo Albacete-Almansa y en 1858 se llegaba hasta el final del destino, Alicante. Alcázar de San Juan pronto se convirtió en el nudo ferroviario más importante del Sur y de Levante. En 1860 se realizó el tramo hasta Manzanares, que permitiría enlazar con Ciudad Real y posteriormente con Andalucía. Coincidiendo con la finalización de la línea hasta Ciudad Real, en 1861, se efectuó la primera ampliación del edificio de la estación para albergar el nuevo servicio de Fonda, destinado a la venta de comestibles y bebidas a los viajeros.

La Fonda, vivencias de paisanos y transeúntes
Tras la primera ampliación, en 1890 se comienzan las obras del nuevo edificio de la Fonda, siendo esta ejecutada ya en dos alturas. La planta inferior que albergaría el salón principal, un salón de descanso, dos salones reservados, la cantina, la cocina y la despensa. La planta superior contaría con algunas estancias dedicadas a la pernocta de los viajeros. En la década de 1920, la Fonda es reformada y decorada con azulejería en la que aparecen ilustraciones quijotescas de la edición del Quijote de 1905, siendo declarada Bien de Interés Patrimonial desde el año 2016. A partir de la década de 1950 era muy común ver empleados de la Fonda vendiendo en carrillos en el andén a los viajeros bocadillos variados, las típicas tortas de Alcázar o botellas de refrescos y gaseosas, siendo muy conocida la estación de Alcázar por su Fonda y la venta ambulante. La Fonda llego a contar con 33 empleados incluidos los de la cantina que tenían abierto 24 horas al día. Por ella pasaron miles y miles de viajeros, guardando entre sus paredes cientos de vivencias e historias.

La estación vivió durante muchos años una llamativa circulación de trenes. En la década de 1970 con más de 200 circulaciones diarias entre trenes de viajeros y mercancías. Hoy día con unas 50 circulaciones. En la década de 1940, la plantilla de Alcázar de San Juan contaba con casi 700 trabajadores sólo en material móvil y un parque de locomotoras en la época dorada del vapor de unas 350 unidades. El número de trabajadores que ejercían su tarea de forma directa en la estación llego a ascender en la década de 1960 a unos 2.500, sin contar con los que trabajaban en la industria ferroviaria asentada en la población encargados de la construcción y reparación de vagones y traviesas, etc. En esa década la ciudad contaba con cerca de 26.000 habitantes que dependía casi en su totalidad de la actividad ferroviaria. El Alcázar actual le debe mucho al ferrocarril, gracias a él, la ciudad vivió un enorme crecimiento industrial y comercial a principios del siglo XX, así como de población.

Museo y Asociación de Amigos del Ferrocarril
Hay que destacar también el museo ferroviario de Alcázar de San Juan, que se inauguró en el año 1985, al igual que su Asociación de Amigos del Ferrocarril, gracias a un grupo de ferroviarios tanto jubilados como en activo. El museo se encuentra junto a la estación, con dos zonas diferentes, una exterior en el que se encuentra una exposición de gran tamaño con varias locomotoras, vagones, maquinaria, etc., y otra interior en dos edificios con la exposición de máquinas de billetes de tren, teléfonos, centralitas, gorras, vajillas, herramientas y utensilios… además de una gran variedad de fotografías.

Izq.: Ferroviarios en una de las locomotoras del siglo XIX. Dcha.: muchedumbre por el paseo de la estación a principios del siglo XX.

Decadencia
La decadencia de la estación de Alcázar, y de todo lo que rodeó al enclave ferroviario, no se ocasionó de una manera brusca. Comenzó con la electrificación progresiva de las líneas ferroviarias y la sustitución de las máquinas de vapor. Las nuevas máquinas eléctricas aguantaban trayectos mucho más largos, y a su vez, se fue perdiendo también el transporte ferroviario de mercancías, como por ejemplo Correos, que fue suprimiendo el transporte en trenes por sus propios camiones. Muchos empleados de la estación se fueron jubilando sin ser sustituidos o fueron trasladados a otros lugares. Cada tren fue perdiendo personal hasta quedar reducido a un maquinista y un interventor (antiguamente revisores). Y como remate, llegaron los trenes de alta velocidad, AVE, que eluden su paso por Alcázar.

Plataforma Logística Intermodal de Transporte Combinado
Ante la decadencia que se fue sufriendo con los años hay que reinventarse. Esta plataforma es uno de los proyectos más ambiciosos impulsados por el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan que hará más fácil el transporte de mercancías con el resto del mundo, combinando el transporte por carretera con el ferroviario gracias a las buenas comunicaciones que tiene la ciudad. Alcázar se configura como un importante nodo logístico para el transporte multimodal, enlazando el corredor central que une Algeciras con Francia, y el corredor Atlántico-Mediterráneo que une el Puerto de Valencia con Portugal. Así lo declaro la Comisión Europea, siendo Alcázar un “Nodo Logístico Prioritario” dentro de la Red Transeuropea de Mercancías TEN-T.

Pero sin duda, atrás quedaron aquellos buenos tiempos en los que el paseo de la estación era como una especie de Manhattan de la ciudad. Gentío, alboroto, actividad… un desfile diario de personas “para arriba y para abajo”. Los trenes y los tiempos evolucionaron, pero muchas son las personas de un pasado no muy lejano que recordaran el humear de las locomotoras de vapor estacionadas en las vías, el sonido de la campana de la estación o el anuncio repetidamente por los altavoces de la llegada del tren a la estación, con un sinfín de empleados, pasajeros que iban y venían, y que casi de obligado cumplimiento, hacían parada en la Fonda y su cantina abierta las 24 horas del día.

Texto: Juan Diego García-Abadillo
Fuente: Patronato Cultura Ayto. Alcázar/BV-Clm
Fotos: Patronato Cultura Ayto. Alcázar/BV-Clm