De nuevo un artista alcazareño, llena las salas del Museo Municipal de Alcázar de San Juan, con una exposición, en este caso que muestra su esfuerzo de creatividad de los últimos años. Jesús Marchante es un alcazareño del mundo, que ha vivido casi siempre en Madrid y al mismo tiempo en “el concepto del mundo contemporáneo” en sus valores y sus preocupaciones sociales y artísticas.

Aun así Jesús tiene nostalgia de Alcázar, de La Mancha, de sus paisanajes y lógicamente de sus familias la sanguínea y la de pensamiento. Todavía recuerda con la ilusión primeriza, sus salidas al campo con los amigos de primera juventud que ya entonces tenían interés por el arte y la pintura. Entre ellos Ángel Vaquero, impulso sus primeros escarceos artísticos. Jesús Marchante comenzó a dedicarse a la pintura de forma comprometida al principio de los setenta, más o menos de manera paralela a su hermano Santiago del que le distancia una concepción estética totalmente opuesta.  Nuestro artista  mantiene desde su primer acercamiento al arte una actividad muy personal, muy autodidacta, de disfrute de su afianzamiento creativo. Con un punto de vista muy personal y entroncado en corrientes geometristas, genera un mundo plástico particular, que le permite singularizar su obra, dándole personalidad. Algunos observadores encuentran en su trabajo recuerdos de autores, pero creo que realmente su genoma artístico emparenta con la Staatliche Bauhaus 1919-1933. Decía W.Gropius. Arquitectos, escultores, pintores, … debemos regresar al trabajo manual … Establezcamos, por lo tanto, una nueva cofradía de artesanos, libres de esa arrogancia que divide a las clases sociales y que busca erigir una barrera infranqueable entre los artesanos y los artistas”. La presencia de Klee, Kandysky, Tatlin, Lissitzky y a través de este Malevich. Donde nace la idea de un arte basado en la idea más que en la inspiración.

Jesús estudio filosofía en la universidad complutense madrileña y la conceptualización y entendimiento del mundo contemporáneo, se interiorizo en su vida y en su trabajo artístico, Enrique Pedrero dice de la pintura de Jesús Marchante, que ha quedado influenciado por su conocimiento de la estética. Haciendo una pintura teórica e intelectualizada.

Su precoz vida en Madrid, le acerca al mundo artístico y al social, participando desde joven en ambos con intensidad. Hace carteles sindicalistas, ilustra libros y realiza portadas para importantes editoriales españolas, como Libertarias, Huerga y Fierro…Colabora igualmente en revistas y diarios madrileños y desarrolla una interesante presencia en Francia e Italia, en sus trabajos para diferentes editoriales y revistas de Paris, Turín, Milán, Como…..Con sus primeras pinturas, sobre la selva de la gran ciudad y la anulación de la individualidad en la misma, recibe muchas satisfacciones en exposiciones y reconocimientos. Importantes firmas del pensamiento comentaron sus trabajos, como el conocido catedrático de filosofía Gabriel Albiac.

En su trayectoria se cuentan dos docenas de exposiciones, desde las realizadas en su pueblo, a las presentadas en Francia o Italia  y una importante presencia en galerías madrileñas…Es de destacar su relación con la galería Rafaela del Rey, siempre ocupada de las trans-vanguardias plásticas, desde el último cuarto del siglo XX.

Conviene precisar que Jesús Marchante además de ser un artista integro, es un artista integral, y desde los años noventa, complementa su trayectoria plástica, con una línea de trabajos literarios, sobre arte, historia social y pensamiento. Para Jesús Marchante la función del artista no es solo de embellecer el mundo, sino embellecerlo moralmente, en una idea hacia el tratamiento a los demás, en concordancia al que uno mismo quiere recibir. Algunos de sus trabajos en este sentido han estado alrededor del moviendo15 M, participando en revistas de carácter artístico y de pensamiento tanto en España como en Francia.

Precisamente sus últimas visitas a Paris, el estudio de sus manifestaciones artísticas y su colaboración intelectual y artística francesa,  son el origen de la transformación de su forma de expresión, dando lugar a su exposición. “Un nuevo camino. Pinturas MMXV-MMXVIII” Desde Malevich y Mondrian nacen las bases del proceder plástico y moral de Jesús Marchante en esta exposición, La precisión, la limpieza, la definición de espacios y elementos, se convierten en sus criterios de trabajo y produce unas piezas, muy decorativas y a la vez muy sugerentes, que impulsan a reflexionar sobre el entorno personal a quienes las admira. Pinturas muy geométricas y una abstracción tan pulcra que no parece abstracción. Un trabajo muy personal una expresión basada en el geometrismo abstracto, forma considerado por Octavio Paz, en la figura de Omar Rayo, como “la poesía en la línea”.

Su pintura que ahora nos muestra en cerca de doscientas propuestas, es la primera vez que se presenta con este formato de conjunto. Se abre con esta exposición una nueva etapa de la vida artística de Jesús Marchante a la que debemos estar muy atentos, porque esta en plena madurez artística y aventura sorpresas y aportaciones al arte clásico del siglo XXI. Podemos verla hasta el día 3 de junio en el Museo Municipal de Alcázar de San Juan.