La Feria Nacional del Vino ha fabricado su propio distintivo, la marca FENAVIN, consolidada ya hace tiempo merced a la profesionalidad, planificación y evolución imprimidas desde la primera edición. Eso y poner el foco en el comprador de vino, nacional o internacional, facilitándole su trabajo y poniendo a su alcance todas las herramientas necesarias para poder realizar su trabajo. Ello ha dado como resultado el aumento de las exportaciones de vino en toda España y especialmente en Castilla-La Mancha y la provincia de Ciudad Real, constatable con las cifras que se vienen ofreciendo desde 2001 cuando comenzó FENAVIN. En este sentido, según el propio presidente de la feria y de la Diputación Provincial, José Manuel Caballero, las exportaciones de vino en la provincia han aumentado un 320% desde la primera edición hasta 2017, de una facturación de 91,9 a 355,9 millones de euros    

Es la segunda semana de mayo de un año FENAVIN. Termina una edición más de la Feria Nacional del Vino en Ciudad Real. Se apagan las luces y se cierran las puertas del pabellón de ferias, aunque en el interior de las oficinas, en el corazón mismo de la Feria, la próxima edición, que tendrá lugar dentro de dos años, ya echa a andar. Se hacen balances y resúmenes de la muestra comercial del vino de referencia en España, aún más exitosa que la anterior, con la satisfacción del trabajo bien hecho, felicitando a todo el equipo de la organización y perfilando pequeños detalles. La maquinaria de FENAVIN nunca se apaga, sigue funcionando, a veces a ralentí otras a toda máquina, pero siempre con el reto y la mirada puestos en impulsar el negocio del vino y su cultura, llegando a donde nadie ha llegado y alcanzando cotas inimaginables por los propios organizadores en los comienzos de esta empresa, en 2001.

Con la décima edición aquí, es mérito propio de la feria su progreso y evolución y, por extensión, del sector vitivinícola más próximo, que ha permitido mejores posicionamientos en el exterior, aumentos exponenciales de las exportaciones, una mejora ostensible de la comercialización y modernización de las infraestructuras vinícolas, mayores cotas de consumo, una mayor difusión de la cultura vitivinícola, el impulso del enoturismo, etcétera.

Del 7 al 9 de mayo, FENAVIN, organizada por la Diputación Provincial, vuelve a abrir sus puertas en el Pabellón Ferial de Ciudad Real. Décima edición que nace con la pretensión de ser la más ambiciosa de su historia, superando con creces el espacio expositivo, la presencia de expositores, compradores, países y marcas vinícolas y por ende, el volumen de negocio, y haciendo cada vez mayor la repercusión económica, social y cultural de una muestra comercial del vino reconocida en los cinco continentes. En cifras, FENAVIN 2019 dispone ya de 33.000 metros cuadrados de espacio expositivo, nueve pabellones, 2.000 bodegas y cooperativas (más de 200 en reserva), compradores procedentes de cien países y 10.000 marcas presentes de las que 1.400 estarán en la Galería del Vino, patrocinada por Globalcaja, siendo calificada como la mayor sala de catas del mundo. Y si hablamos de una entidad crediticia que colabora desde los comienzos, es obligado mencionar la labor fundamental que realizan la Cámara de Comercio de Ciudad Real y el Instituto de Promoción Exterior de Castilla-La Mancha (IPEX) que colaboran con los importadores internacionales, la Universidad de Castilla-La Mancha con ponencias y actividades, la Junta de Comunidades en el apoyo general a la feria además de otras entidades crediticias, asociaciones de amantes del vino, etcétera.

Eficacia, ganas y mucho trabajo.- Alcanzar estas cifras que se superan edición tras edición requiere de una ingente labor de coordinación y planificación llevada a cabo, como hemos dicho, desde el minuto 1 tras el cierre de la pasada edición. El análisis y estudio de la feria una vez celebrada, dejando reposar lo acontecido, es una labor interna de la organización pero esencial para mantener a FENAVIN en su estatus, un estatus conseguido a base del conocimiento y la experiencia demostrados sobre el mercado vitivinícola, con la mirada puesta en dotar al vino español de un mayor reconocimiento mundial. Sin mucho tiempo de respiro, se inician los preparativos de la siguiente feria con la misma eficacia, ganas y trabajo, mucho trabajo por delante, poniendo el alma y el corazón en cada paso, en cada decisión, intentando superar los buenos datos de la feria anterior.

Como se ha mencionado, todo surge de un equipo, un núcleo de FENAVIN no tan enorme como pudiera parecer, en el que todo está medido al milímetro y cada miembro de la competente organización de FENAVIN, dirigida por Manuel Juliá, conoce sus responsabilidades para aportar su grano de arena en el montaje de la estructura de la próxima edición. Expositores, bodegas, acreditaciones, compradores nacionales e internacionales, relaciones institucionales, comunicación, protocolo, galería del vino, centro de negocios, programa Contacte con…, equipamiento, logística, seguridad, limpieza, mantenimiento, contratación de personal y un largo etcétera son el día a día varias semanas antes de que la Feria abra sus puertas. Dicen que la experiencia es un grado pero también la profesionalidad, competencia y capacidad de los profesionales de la organización que se anticipan incluso a problemas que puedan surgir.

Los impedimentos en este caso no son tales, se convierten en opciones de mejora, como es el caso este año de las obras de remodelación del pabellón ferial, cuya primera fase se estaba ejecutando en la actualidad pero que será suspendida temporalmente durante la semana del desarrollo de la feria, revistiendo las fachadas para que expositores y visitantes conozcan la fisonomía del futuro pabellón ferial cuando acudan fieles a su cita bienal en 2021. Tras la feria, en junio, comenzará la segunda fase prevista. Con las obras se ha ganado en superficie expositiva en detrimento de zonas comunes y de paso, teniendo así 9 pabellones: Noé, Eneo, Hesiodo, Osiris, Dionisos, Virgilio, Ganímedes y los nuevos Hafiz y Li Bai, desapareciendo el pabellón Homero, que se levantaba en el patio del pabellón.

Una de las fechas importantes es la apertura de la inscripción de expositores. Diez meses antes de la cita, FENAVIN abre el plazo de solicitudes, obteniendo cada año una mayor respuesta del tejido empresarial vitivinícola de nuestro país, muchos son veteranos de la primera edición y otros más recientes no quieren perderse la cita conscientes de que el negocio del vino pasa por FENAVIN.

Hoy por hoy, la apuesta de grandes grupos bodegueros, cooperativas y denominaciones de origen por FENAVIN es más que firme, sabedores de que cuando lleguen a Ciudad Real ya tendrán una serie de contactos en su agenda con compradores nacionales e internacionales, reuniones que pueden concretarse en negocio o no pero que, a corto o medio plazo, suponen un beneficio claro para la empresa. Estos contactos los facilita la propia organización a través del programa Contacte Con…, activado un mes antes de la Feria para que compradores y bodegas cierren un calendario de contactos comerciales en los días del certamen. El tiempo es clave en la feria, que pone toda la estructura necesaria para que el comprador aproveche al máximo su estancia. Este año se ha optimizado aún más esta herramienta con un sistema de mensajería interna para poder comunicar cambios de agenda o incidencias de última hora entre comprador y expositor.

Pero FENAVIN es mucho más que la relación entre oferta y demanda de vino, conlleva un completo programa de actividades paralelas con personalidades del mundo de la cultura, la universidad, la empresa, el deporte, la sanidad y los medios de comunicación nacionales que acercan las tendencias y técnicas últimas así como la cultura en torno al vino.

La ciudad a punto: II Semana del Vino.- La propia ciudad no es ajena a la actividad frenética que se vive en el pabellón de ferias y muestras en torno al vino, sumándose en su promoción y cultura y abriendo sus puertas de par en par a los miles de visitantes, empresarios y profesionales del vino de todo el país y del mundo para dar a conocer sus recursos culturales, turísticos y gastronómicos. La implicación del Ayuntamiento capitalino es máxima y son muchas las áreas y concejalías que redoblan esfuerzos para que todo esté organizado y en perfectas condiciones, “es un refuerzo enorme porque FENAVIN es el principal evento no religioso que más aporta económicamente a la ciudad y que más visitantes atrae”, subraya el concejal de Promoción Económica, Cultural y Artística de Ciudad Real, José Luis Herrera que reconoce que “es uno de los eventos en los que más hincapié y esfuerzo pone el Ayuntamiento para colaborar con la Diputación, organizadora de la feria”.

El apoyo es transversal pues son varias las delegaciones o concejalías directamente implicadas. Mantenimiento, Limpieza y Seguridad son áreas reforzadas durante esos días para que la limpieza, el mantenimiento o el tráfico, mucho mayor al de un día rutinario, puedan transcurrir y efectuarse con absoluta normalidad, como la del resto del año. Pero la preparación y gestión de los preparativos no es cosa de unos pocos días antes, “la gestión municipal incluye desde la cesión de espacios y parcelas municipales para que se puedan instalar las carpas hasta la dotación de escenarios, sillas y motivos de decoración, pasando por la organización del tráfico y la seguridad, la instalación de cartelería y señalización o el refuerzo de personal en la Oficina Municipal de Turismo que también instala un punto informativo en la propia feria con el fin de atender a profesionales e invitados de la propia feria que quieran conocer algo más de nuestra ciudad, conozcan los eventos programados o sepan dónde ir a comer o qué visitar, para eso estamos”, indica el responsable municipal.

Sin embargo, es en el área de turismo y cultura donde la ciudad ha dado un mayor impulso si cabe en los últimos años también en coordinación con otras concejalías. Desde FENAVIN 2017, el Ayuntamiento de Ciudad Real organiza la Semana del Vino, en la que se confecciona un programa cultural con más de 70 actividades paralelo a la Feria. Son catas, conciertos, exposiciones, certámenes, visitas guiadas, eventos gastronómicos, etc., con la que se pretende “llenar la ciudad con la cultura del vino para que los profesionales de la feria puedan conocer, durante la tarde y noche, la ciudad y participar de las actividades culturales que organiza el Ayuntamiento sin tener que ir directamente al hotel tras el cierre de la Feria a las 7 de la tarde”.  En la Semana del Vino, que se extenderá durante más días que la propia FENAVIN, se contarán con numerosas iniciativas hasta las 12 de la noche, “se hará un esfuerzo desde el Ayuntamiento para que todo salga bien y se pueda disfrutar del mundo del vino”, comenta Herrera.  Este año se hará especial hincapié en los establecimientos hosteleros, dando protagonismo principal al vino pero dando a conocer también la rica gastronomía manchega. La Asociación de Hostelería de Ciudad Real y entidades culturales colaboran en esta Semana del Vino, como la Revista Ayer&hoy en el ‘Food Tour’ que tendrá lugar los días 2, 16 y 23 de mayo en el que se marida la historia y patrimonio de la ciudad con los manjares y vinos de la zona.

Hoteles y transporte.- “Ya tengo clientes que  me han pedido habitación para FENAVIN 2021”. Esta certeza dicha por un empleado de hotel viene a sumarse al volumen y la repercusión económica y social que genera la Feria Nacional del Vino, LA FERIA con mayúsculas para Ciudad Real, en la que el sector del alojamiento y la hostelería se preparan con esmero ofreciendo todo el potencial de la tierra. La ocupación hotelera durante los días de feria ya es del 100% muchos meses antes de que comience el evento, incluso muchos profesionales fieles a la cita no dudan en dejar hecha su reserva para la edición siguiente y, como hemos visto, ya hay reservas hechas para 2021, con dos años de antelación. Ninguna otra feria en la capital ciudadrealeña ha tenido esta capacidad de atracción y genera tanta actividad como FENAVIN, algo que valoran y reconocen los sectores implicados. Esa premura y antelación obedece al interés creciente y expectativas generadas, algo a lo que responde muy bien el propio director de la Feria, Manuel Juliá, en nuestra Firma Invitada al advertir que “en diez ediciones no hemos perdido nunca de vista las necesidades del sector y eso es lo que convierte la feria, sin ningún complejo, en el lugar en el que todo aquel que tiene algo que decir sobre el mundo del vino, sabe que tiene que estar”.

En total, son 1.800 las plazas hoteleras de la ciudad, aunque también el alojamiento en la provincia se llena, incluso casas rurales o apartamentos turísticos. Fuera de la provincia también es habitual, según el propio concejal mencionado y otras fuentes consultadas, buscar alojamiento en Córdoba o Madrid y utilizar el AVE para acudir a la feria. Al igual que el aumento de las exportaciones ha sido notorio desde la celebración de FENAVIN, el número de visitantes registrado en la ciudad siempre se incrementa, “estamos convencidos de que este año habrá un aumento exponencial que vendrá a enriquecer las buenas cifras de los últimos cuatro años en que se ha duplicado el número de turistas”, señala el concejal José Luis Herrera.

En los hoteles Guadiana y Cumbria, por ejemplo, se repite la misma afirmación que podría escucharse en el resto: “Del 7 al 9 de mayo estamos al 100% como todos los hoteles de la ciudad, vienen empresarios, profesionales del vino, propietarios de bodegas, etc.”. Este tipo de clientes, añaden, no requiere ninguna demanda especial y, fundamentalmente, utiliza el alojamiento y suele acudir a otros establecimientos de hostelería para la comida y cena, según sus horarios, culturas y costumbres.

También en la provincia de Ciudad Real, hoteles como el propio Parador de Manzanares o el hotel-convento Santa Clara de Alcázar de San Juan, entre muchos otros, tienen una elevada ocupación de más del 80 por ciento (cifra de antes de Semana Santa), son reservas hechas con bastante antelación. En el caso del Parador, “son clientes de fuera que contratan nuestros servicios a través de una agencia de viajes”. El hotel-convento Santa Clara para esas fechas, tiene dos terceras partes de reservas.

El transporte es otro servicio esencial en la movilidad y desplazamientos del ingente volumen de participantes de FENAVIN. Taxis, autobuses de FENAVIN, transporte de empresa, coche particular…, miles de vehículos se desplazan diariamente desde antes de las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde por la ciudad.

Con una parada específica en el pabellón ferial, los taxistas de la ciudad tienen una demanda importante, de las mayores del año.  Según el presidente de la Asociación Local de Taxistas de Ciudad Real, Alberto Carrión, los 47 taxis trabajan al 100% durante los días de feria, con la novedad este año de tener descansos en días laborables. No obstante, el propio Carrión entiende que no se respetarán dichos descansos para poder trabajar todos y ofrecer un mejor servicio. En cifras, cada licencia (algunos con dos conductores) pueden realizar al día unas 60 carreras durante FENAVIN, “se incrementa en un 30% el servicio, un porcentaje importante”. Reconoce y felicita en este sentido la labor de la Diputación como organizadora de una feria “que tendría que celebrarse cada año, no todas las ferias van a ser en Ifema; se está haciendo un gran trabajo, estamos muy contentos con FENAVIN”. Igualmente, reseña el gran papel de la Cámara de Comercio en el desplazamiento de compradores y empresarios.

Diez ediciones, 18 años de trayectoria, un negocio que hubiese sido imposible conseguir en ese tiempo si no hubiese existido FENAVIN y muchísimas satisfacciones son hasta ahora el legado de una feria a la que esperamos le sucedan alguna/s más en un pabellón nuevo y moderno acorde con los tiempos actuales.

Presentación de FENAVIN, la mejor fotografía del vino español de la historia

La Feria Nacional del Vino, organizada por la Diputación de Ciudad Real, cumple su décima edición con unas previsiones de participación que permiten afirmar que mostrará la mejor fotografía del vino español de su historia, puesto que registrará la mayor presencia de bodegas españolas con vinos avalados por 137 sellos de calidad diferenciada de todo el país -incluyen DOPs, IGPs, vinos de pago, etc.-, y 18.100 compradores nacionales e internacionales. El presidente de la institución provincial y de FENAVIN, José Manuel Caballero, presentaba el pasado 24 de abril, acompañado del vicepresidente Gonzalo Redondo y del director del evento, Manuel Juliá, otra edición que se sumará a la historia de éxito que ya constituye la Feria Nacional del Vino. La organización ha trabajado para que esté presente el mayor número de compradores nacionales e internacionales, al tiempo que se maximiza el espacio expositivo hasta los 33.346 metros, un 7,06% más que en la pasada edición, con dos pabellones nuevos que llevarán los nombres de los poetas Li Bai y Hafiz, un síntoma más de la apertura de esta feria al mundo. Todo ello permite aumentar el número de expositores, manteniendo la relación precisa entre oferta y demanda para que ambos colectivos maximicen sus posibilidades de negocio y trabajo entre los días 7 y 9 de mayo próximos. Porque no hay que olvidar, en palabras de Caballero, que la mejor carta de presentación de FENAVIN es que es la referencia por excelencia del negocio del vino. De este modo, FENAVIN 2019 congregará a 1.993 bodegas, lo que supone un 11% más que el pasado año. Un total de 998 provienen de Castilla-La Mancha y 347 de Ciudad Real, lo que supone alrededor del 90% de las bodegas y cooperativas de la provincia en la feria.

Texto: Oliva Carretero

Fotos: FENAVIN, Ayer&hoy