La recogida de los excrementos caninos por parte de los dueños de los animales debería ser la norma, ya que implica una responsabilidad más en su cuidado y una muestra de comportamiento cívico y respetuoso con el resto de vecinos. Sin embargo, son numerosas las ocasiones en las que parques y calles de Alcázar de San Juan muestran que esto no es así, ocasionando un perjuicio para la limpieza de la ciudad, para los pequeños que utilizan estos parques y para el resto de vecinos.

Desde el Ayuntamiento se recuerda que la recogida de los excrementos de los animales domésticos es responsabilidad de sus dueños, al igual que inscribirlos en el censo municipal canino u obtener una licencia obligatoria para perros de razas peligrosas. El no hacerlo -además de despertar el rechazo hacia los animales por parte de otros vecinos y vecinas que no tienen mascotas- supone un comportamiento incívico sancionable, como así está recogido en las Ordenanzas Municipales de Medio Ambiente. Las sanciones pueden ir desde los 30 hasta los 750 euros y llegar hasta los 1.500 euros si se es reincidente. Además, debe evitarse que los perros orinen sobre las fachadas que también se acoge a estas sanciones, así como alimentar a los animales de la calle.