El pavo real es un ave procedente de Asia que se introdujo en Europa en la antigüedad. Hay quien piensa que el adjetivo real que se le aplica viene de rey por lo majestuoso de su plumaje. Nada más lejos de la realidad.

El pavo real recibe este nombre porque es el verdadero. Cuando los españoles empezaron a explorar Norteamérica en el siglo XVI, se toparon con una especie de gallina gorda que les recordaba a los pavos que conocían de casa e introdujeron estos animales en la península ibérica y, en un alarde de originalidad, decidieron llamarlos pavos. Ahí empezó el lío. De pronto nos encontramos con dos tipos de pavos: los de toda la vida y estos intrusos. Y ahí fue donde se zanjó la discusión llamando a los primeros pavos reales, o sea, pavos auténticos y los nuevos se conformaron con ser pavos a secas.