Aunque pueda parecer que no viene a cuento debemos hacer una diferencia entre lo que es una casa de apuestas y una compañía aseguradora. Las casas de apuestas no trabajan con la vida y la muerte, pero sí lo hacen las compañías de seguros. Legal y culturalmente hay una distinción muy clara entre los juegos de azar y los seguros, pero si nos fijamos un poco más, desde el punto de vista económico es más difícil encontrarla. Al final, cuando hablamos de seguros, todo se reduce a apostar una cantidad de dinero, lo que nos cuesta la póliza, para recibir a cambio una compensación (un premio) que dependerá única y exclusivamente del azar: si muero o no muero, si llueve o no llueve, si sufro o no un accidente laboral, o si llego o no a cobrar mi jubilación. El seguro, al fin y al cabo, no viene a ser otra cosa que un intento de paliar esa congoja que acompaña al ser humano desde siempre: ¿Qué será de mí si…?

El sector del seguro abarca tantos aspectos que es imposible abordarlos todos, aunque sea superficialmente, en un reportaje de estas características. Por eso, en este caso, de la mano del experto corredor de seguros Abdón Díaz Sánchez, intentaremos tratar los dos o tres puntos más importantes, o curiosos, de algo que a primera vista parece simplemente un asunto de dinero pero que, aunque no queramos reconocerlo, hunde sus raíces en los miedos más profundos que siempre han anidado en la mente del ser humano. Y para demostrarlo tal vez sea interesante que empecemos hablando de esos seguros algo menos habituales o desconocidos.

El propósito principal de una póliza de seguros es proteger a su dueño de pérdidas sustanciales en el caso de que ocurra algún imprevisto, como los seguros de coche, de hogar, de salud o de vida. Pero lo cierto es que en el mundo hay una gran variedad de productos aseguradores curiosos y divertidos que parece increíble que existan. Así podemos poner el caso de una empresa de cine que firmó un seguro en Lloyd’s, la agencia con la concentración más grande de seguros peculiares, con el fin de protegerse de una posible muerte de risa de un espectador en alguna de sus salas. En países como Australia, Malasia o Sri Lanka, existen pólizas contra las caídas de cocos. Finalmente, uno de los seguros más populares, sobre todo en Estados Unidos, es el que cubre ante una invasión alienígena. Ni más ni menos que 20.000 norteamericanos tienen contratada esta póliza.

Pero si nos olvidamos de los alienígenas estadounidenses y ponemos los pies en la tierra de España podremos darnos cuenta de la enorme importancia económica que tienen las aseguradoras en el desarrollo económico de la sociedad.

Basta para ello con fijarnos en algunas de las cifras que aparecen en la Memoria social del seguro español 2014 editada por Unespa (Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras) para darnos cuenta de que el seguro siempre acaba siendo un factor fundamental para superar la adversidad.

Por ejemplo, dicho informe concluye que en nuestro país cada seis minutos tiene lugar un robo en un bar, cada diez en un establecimiento de alimentación y cada trece en un restaurante. Y es que uno de cada cinco comercios asegurados en España ha sufrido algún tipo de siniestro. Las comunidades autónomas que presentan una mayor tasa de siniestros en términos absolutos son Andalucía, Cataluña y Madrid, pero también se debe a que son las tres comunidades con una población mayor. Así pues, el dato en el que tendremos que fijarnos es el que revela la cantidad de siniestros en relación con la cartera de pólizas de comercio existentes, y aquí son Extremadura, Asturias y Andalucía las tres comunidades con más siniestros. Por su parte, la propensión a asegurarse también varía. Así, Cataluña, País Vasco e Islas Baleares son los territorios donde los comercios son más proclives a la protección del seguro, y Murcia, Canarias y Castilla-La Mancha son las que menos.

Estructura del sector del seguro
Según nos cuenta Abdón Díaz Sánchez, son varias figuras con las que nos podremos encontrar dentro del mundo del seguro: Las compañías, que son quienes elaboran y ofrecen el producto; los agentes, que son quienes trabajan con una sola compañía y representan a esta; los agentes vinculados, que son quienes trabajan con más de una compañía, a las cuales también representan; las figuras de banca-seguros, que pertenecen a sus empresas financieras y, por fin, los corredores de seguros, que son aquellos agentes que pueden trabajar con todas las compañías y que representan a los clientes ante estas.

El objetivo prioritario, tanto del agente como del corredor de seguros, es ofrecer a cada cliente el producto más adecuado a sus necesidades. En cuanto a las empresas vemos que son de dos clases, las empresas que se ocupan en exclusiva a dicho negocio y los bancos, uno de cuyos departamentos está dedicada a este área de negocio.

En la actualidad en España cada vez se asegura más y cada vez más bienes, siendo la novedad en los últimos años los ciberriesgos, consecuencia de la era digital, lo que ha afectado de una forma muy importante a las aseguradoras en su forma de trabajar. El aseguramiento de bienes va siempre unido a la necesidad de la persona y a su nivel económico. Difícilmente puede una persona asegurar su vivienda contra desperfectos o incendios, cuando apenas gana para comer. Se aseguran cosas según se van cubriendo necesidades. O de otra forma, cuanto más ricos somos, más aseguramos. En el caso de España, al ser uno de los países europeos en los que más propietarios de viviendas existen, este sector del seguro es uno de los más elevados. Lo mismo ocurre con los automóviles, ya que además de ser el seguro obligatorio, es raro encontrar a alguien que no tenga coche. Los seguros de vida también tienen un importante protagonismo en nuestra sociedad así como los de decesos. Tanto la muerte como la pérdida de bienes producen una inseguridad que, cada vez más, empuja a muchas personas a asegurarse, bien su propio futuro o, al menos, el de sus allegados.

Lógicamente la evolución de la sociedad hace que el concepto de seguridad vaya cambiado con ella, apareciendo nuevos seguros y quedando olvidados otros. En lo que se ha avanzado mucho es en los seguros de responsabilidad civil, algo que hace años no contemplaba, por ejemplo, la protección de datos. Hoy esta clase de seguros avanza y evoluciona constantemente. Otro nacido recientemente es el seguro de “pérdida de alquiler” con vistas a cubrir desperfectos en un piso alquilado o por falta de pago.

Seguros obligatorios y seguros que no lo son
Los seguros obligatorios no son los mismos para todas las comunidades autónomas, aunque hay algunos que lo son a nivel nacional. Entre ellos, el más conocido es el seguro de vehículos de motor, cuya finalidad es resarcir de cualquier tipo de daños que un vehículo pueda producir. Básicamente se trata de un seguro a terceros, o sea, que no cubre los daños del propietario del coche.
Sin embargo, hoy apenas hay compañías que lo ofrezcan como tal, ya que añaden otro tipo de servicios al propietario, como una defensa jurídica, de lunas y asistencia en carretera, así como una responsabilidad civil suplementaria por si lo que marca el seguro obligatorio no es suficiente. Hoy, por ejemplo, la responsabilidad civil no es ilimitada, como lo era antes. Otro de los servicios obligatorios es el de caza y, en algunas comunidades, el de pesca.

También se exige seguro obligatorio, de responsabilidad civil, a quienes ejercen ciertas profesiones, como médicos, arquitectos o ingenieros, pues un error en su trabajo puede ocasionar importantes daños. Lo mismo ocurre con las empresas fabricantes de productos o de servicios. Por ejemplo, la de transportes debe asegurar la mercancía. No olvidemos que en muchos de estos casos la vida humana está en riesgo.

Pero al margen de los obligatorios cada vez existe más seguros que dependen de la voluntad o capacidad económica de los ciudadanos. El más común es el de hogar, que solo es obligatorio, en cuanto al incendio, cuando se tiene una hipoteca. Los seguros de vida y de accidente son los más comunes y numerosos, muchas veces recogidos en convenios colectivos. El resto de los seguros son totalmente voluntarios y en ellos cabe de todo, desde quien asegura a una mascota hasta el futbolista o la estrella de cine que asegura sus piernas.

¿Qué ocurre cuando una compañía no tiene capacidad para asumir una póliza? Recurre al Reaseguro, que es el seguro del seguro. Así, la primera compañía se queda con un porcentaje y el resto lo cede a otra más potente, la cual, a su vez puede cederlo a otra más potente aún. Esto nos lleva a que una empresa relativamente pequeña pueda asegurar por una importante cantidad de dinero sin correr ningún riesgo, ya que está respaldada por otras más importantes. Esta cadena en principio no afecta al cliente y le garantiza el servicio contratado en cualquier situación.

En la actualidad en España existen unas 200 compañías de seguros de distinto tamaño, entre ellas varias de carácter multinacional. Entre las mayores y más conocidas podemos nombrar a MAPFRE, Catalana Occidente, Ocaso, Santa Lucía, las ligadas a las diferentes entidades bancarias, Plus Ultra, etc., además de las multinacionales como ALIANZ, ING o AXA entre otras muchas. “He visto resolverse muy mal siniestros con compañías grandes y pequeñas y, al contrario, también he visto resolverse muy bien otros siniestros tanto por parte de unas como de otras”, afirma Abdón. Simplemente funcionan de forma distinta en su organización interna pero ni siquiera esto afecta al cliente.

Finalmente debemos destacar que las compañías tienen un departamento de atención al cliente, el Departamento de Calidad, que funcionan al margen del resto de la empresa con el fin de fiscalizarla. Igualmente cuentan con el Defensor del Asegurado, figura externa a la aseguradora cuyo servicio lo paga ella misma, pero que ejerce de juez justo ante los conflictos entre aseguradora y asegurado. Ambos llevan demostrando, desde hace muchos años, que cumplen su función.

El engaño

“No olvidemos que estamos en España”, afirma Abdón Díaz, corredor de seguros. “En alguna ocasión he visto mala fe por parte de alguien, pero la mayoría de las veces he visto dudas sobre si algo lo cubre o no el seguro”. Pero sí hay picaresca, lo que lleva a que muchos trámites de siniestros se compliquen por esta tendencia al engaño por parte del asegurado. Si además el caso es curioso y sale en los medios de comunicación (alguien que se corta una mano para simular un accidente de automóvil) la idea de la estafa se extiende por toda la sociedad. La realidad es que la picaresca y el intento de fraude se multiplicó por tres durante la crisis. Los seguros de automóviles y hogar encabezan un ranking de fraude que, el año pasado, supuso un desembolso de 500 millones de euros. Otro fraude es el de los falsos fallecimientos, sobre todo de los inmigrantes. Para solucionar este tipo de problemas las empresas aseguradoras suelen recurrir, en muchas ocasiones, a detectives privados. Las aseguradoras tienen que cubrirse cada vez más las espaldas, utilizando todo tipo de recursos para analizar cada caso. Por su parte, las aseguradoras, en principio, cumplen con su parte, pero no dejan de darse casos en los que, dependiendo del empleado que reciba la reclamación, la solución sea rápida y justa o se complique para el cliente, llegando incluso a no cobrar.

 

Seguros RGA de Globalcaja, referente en C-LM

Seguros RGA, Rural Grupo Asegurador, surge en 1986 para dar respuesta a las necesidades aseguradoras de los clientes del Grupo de Cajas Rurales. Desde sus inicios, la evolución en la naturaleza de riesgos cubiertos así como en el número de clientes asegurados, ha sido incesante, contando en nuestros días con más de un millón de asegurados. Este proceso de especialización se ha basado principalmente en la profesionalidad de los empleados de Globalcaja y en la evolución de los productos ofertados por RGA. En la actualidad, los clientes de Globlacaja cuentan con un amplio catálogo de productos, que van desde aquellos ligados al ámbito agrario y que dan cobertura a las explotaciones y sus cultivos, como al rendimiento de sus explotaciones o a las instalaciones y la maquinaria empleada en ellas, hasta cualquier faceta dentro de su vida personal a través de amplias coberturas, como seguros de Vida Riesgo, Accidentes, Salud , Hospitalización, Incapacidad Laboral transitoria, Hogar, Comercio y resto de Multirriesgos, como los Industriales. Tambien trabajamos con las principales compañías aseguradoras del mercado en el ramo de Autos, así como con productos destinados a cubrir las posibles reclamaciones por Responsabilidad Civil, incluyendo productos específicos como el de Defensa Jurídica, Construcción, Maquinaria, o Crédito sobre Ventas. También, desde Globalcaja, defendemos el patrocinio de nuestros asegurados, dando cobertura a través de sus Seguros de Hogar y Comercio a más de 3.500 siniestros anuales con índices de satisfacción en la calidad de servicio muy elevados. También contamos con distintos productos para poder atender las necesidades de ahorro y de inversión de nuestros clientes, como Planes de Pensiones, productos de Ahorro para la Jubilación, o Rentas, tanto Vitalicias como Temporales, todos ellos comercializados a través de nuestras más de 300 oficinas en toda Castilla-La Mancha. Por ello, Globalcaja representa un claro referente en el ámbito asegurador de nuestra Región, aportando soluciones aseguradoras a la medida de sus clientes.

Texto y fotos: Ayer&hoy