Si tienes problemas con el uso de las nuevas tecnologías tengo una mala noticia para tí. No solo han venido para quedarse, sino que están cambiando tu presente y cambiarán tu
futuro y por tanto es necesario dominarlas.
La tecnología nos hace la vida diaria más fácil. Ha revolucionado nuestra forma de relacionarnos, estudiar, trabajar y alimentarnos. Incluso afecta a nuestro lenguaje dando uso a palabras que hace poco no existían. Afecta a todas las facetas de nuestra vida. No hace tanto llamábamos a un lugar fijo y ahora lo hacemos directamente a la persona, alquilábamos películas y ahora las vemos por streaming y no resulta extraño comprobar como cada vez más personas trabajan de forma remota sin estar permanentemente en la oficina.
Y eso que en España se encuentra por debajo de la media europea en innovación según ha publicado la comisión europea, catalogándonos como un país innovador moderado. Nuestro crecimiento se ha visto frenado desde 2013 y estamos muy por detrás de los países nórdicos que lideran esta clasificación.
Pero es un desarrollo que no se detiene y es necesario estar preparados. Más de la mitad de los niños que comienzan ahora la educación primaria, trabajarán en empleos que aún no existen. Y mientras surgen nuevas profesiones otras desaparecerán, en torno a las 700 según un estudio realizado por la Universidad de Oxford. De forma que al preguntar a un niño qué quiere ser de mayor posiblemente tengamos que intentar hacerle cambiar de opinión.
No hay que pensar que es algo que solo afecta a las nuevas generaciones que vienen detrás. Pasado mañana, en 2030, fecha en la que muchos de nosotros seguiremos trabajando, se estima que miles de puestos de trabajo convencionales desaparecerán sustituidos por máquinas y por la automatización. Por el contrario, se crearán muchas otras profesiones relacionadas con el mundo de la tecnología que a día de hoy suenan a El futuro lleva aquí desde ayer ciencia ficción. Esto va a requerir un reciclaje continuo y una alta especialización para seguir en el mercado y más tratándose de una generación que no somos nativos digitales como los nacidos en este momento.
Ya a día de hoy a las empresas les cuesta encontrar ciertos perfiles tecnológicos y es un reto que España debe afrontar a nivel educativo, pues seguimos anclados en una formación muy orientada a la industrialización, una época que ha llegado a su fin con el comienzo de la era digital. Los nuevos empleos digitales priorizan la productividad frente a las horas impuestas y la conciliación laboral y familiar frente al horario estipulado.
Desde el punto de vista de nuestros padres y abuelos será como no estar trabajando acostumbrados a otro concepto más industrial del trabajo.
Es un desarrollo que no se detiene y es necesario estar preparados. Más de la mitad de los niños que comienzan ahora la educación primaria, trabajarán en empleos que aún no existen. Y mientras surgen nuevas profesiones, otras desaparecerán, en torno a las 700 según un estudio de la Universidad de Oxford
En las empresas el esfuerzo para modernizarse debe ser aún mayor para resultar competitivas y evitar su desaparición. Con la globalización ya no se compite con la empresa de enfrente, ahora tu competencia es cualquiera en tu sector de cualquier parte del mundo. En España todavía es común ver cómo muchas empresas siguen realizando procesos de forma manual y realizando documentación a papel o como mucho usando una hoja de cálculo como herramienta para todo.
Esa forma de trabajar supone una gran inversión de tiempo y de recursos. En definitiva, les cuesta dinero que provoca que las empresas no puedan competir con las adaptadas tecnológicamente y
que han hecho inversiones para automatizar sus procesos. Muchas de esas empresas “inadaptadas” ni siquiera saben
que lo son. Trabajan día a día sin pensar que los cambios tecnológicos no les afectarán, mientras sus competidores están invirtiendo y posicionándose cada vez más en el mercado hasta el momento que las echen de él.
Las empresas deben hacer ese esfuerzo de adaptación. No solo en recursos materiales sino en formación de sus empleados y en la búsqueda de perfiles adecuados.
La búsqueda de aliados estratégicos es también muy importante, donde prima la elección de proveedores tecnológicos que orienten a la empresa en cómo reducir sus costes y ayudarles en la toma de decisiones.
La tecnología para ayudar a las empresas es cada vez más asequible y en ocasiones la administración pública echa
una mano con programas de financiación y ayudas para la digitalización de las empresas y negocios.
En resumen, tenemos dos niveles en el uso de la tecnología, el personal y el empresarial. Mientras que a nivel personal estamos muy acostumbrados al uso de dispositivos móviles e internet, en las empresas no se ha avanzado al ritmo adecuado y es necesario hacer los deberes. El futuro lleva aquí desde ayer.
Para más información: Tlf. 670 78 31 35, fernando@axr.es