Es técnico administrativo de una empresa de renovables, miembro de la junta directiva del Consejo Local de la Juventud de Ciudad Real, coreógrafo de la Asociación cultural Valkyrias, profesor de baile en la Universidad Popular y en varios centros sociales de la capital ciudadrealeña, presidente de la asociación de vecinos del barrio del Pilar…, pero si tuviera que ponerse una placa sería la de ‘disfrutón de la vida’. Carlos Moreno Márquez (Ciudad Real, 1998), portavoz de la Asociación Wado en la provincia, tuvo que dejar su tierra tras una agresión e insultos por su condición sexual. En Wado trabaja y lucha porque llegue un día en el que no le vuelva a pasar a nadie del colectivo LGTBIQ+.

“Mi sueño sería leer la noticia de que los delitos de odio hacia personas LGTBI se han reducido al 0%”

Pregunta.- ¿Cuándo nació Wado?
Respuesta.-
Nació hace 14 años en Guadalajara como una plataforma en defensa de las personas del colectivo LGTBI. La mayoría de ellas marchaban al Madrid Orgullo, de nombre MADO, pero un día el actual presidente decidió crear algo en la capital alcarreña; le dio la vuelta a la M, y en honor a su ciudad, la denominó WADO. El crecimiento fue brutal, entonces Wado se constituyó como asociación, primero local, luego provincial y regional, con delegaciones en todas las provincias de Castilla-La Mancha.


P.- ¿Cuándo llegaste a Wado y por qué?
R.-
Llegué a Wado en 2016, quise incorporarme al activismo LGTBI tras una serie de hechos. Cuando tenía 13 o 14 años recibí insultos por mi condición sexual, incluso llegué a sufrir alguna agresión. Fui víctima de un delito de odio, pero en aquel tiempo ni había protocolo escolar, como ahora, ni existía la Ley de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI en C-LM, por lo que fui yo quien se tuvo que ir.


Cuando vives algo así, te planteas luchar por tus derechos y los de los demás. Entré en Wado y me formé, comencé a crear proyectos, a aprender, me recorrí todas las delegaciones… En 2018 empecé a coger un poco más las riendas de la asociación en Ciudad Real, y con ayuda de los compañeros y de las delegaciones, se organizó el Orgullo Regional. Cuando vi la plaza de Correos con más de mil personas, me creí que esta provincia podía ser libre para poder amar sin tener que ser juzgado.


P.- ¿En qué punto está ahora Wado Ciudad Real?
R.-
Estamos en la cumbre, seguimos organizando los orgullos regionales, los orgullos provinciales como este año en Almagro, y también locales, en el mes de junio, cerca del 28, Día del Orgullo.


Somos líderes en proyectos. El primer espacio seguro o punto violeta y Arcoiris de Castilla-La Mancha se estableció en Ciudad Real para la Pandorga, zurra y feria de 2018, gracias a Wado junto a Aproi, Asociación Profesional para la Promoción de Igualdad de Género de Castilla-La Mancha. Fue un proyecto aprobado por la Junta y el Ayuntamiento de Ciudad Real, a día de hoy es un punto de referencia para la sociedad.


De ámbito regional, es importante que haya un Observatorio contra la LGTBIfobia. En los últimos años, en Castilla-La Mancha todos los delitos de odio han subido un 36%, suficiente para demostrar la necesidad de esta herramienta así como una oficina de atención a personas del colectivo en Toledo, dotada con un psicólogo y un asesor jurídico.


P.- Pero queda todavía mucho por hacer, derechos que cumplir, ¿no?
R.-
Sobre todo en materia de educación, desmentir muchos bulos, gente que habla desde el odio, hay falsedades a rebatir desde la humildad y sin insultar, dando respuestas claras, precisas y concisas.


Queda mucho por hacer, pero se ha logrado mucho, como el día de la LGTBIfobia, o la propia Ley de Diversidad, aprobada el 5 de mayo de 2022. Antes de la ley, los psicólogos privados no tenían argumentos para poder denunciar que se pudiesen hacer terapias de conversión sexual, ¿qué estamos, en la época de Franco, vamos a curar algo que no es una enfermedad? ¿vas a decirle a alguien a estas alturas cómo tiene que amar, cuál es su orientación sexual, cómo se tiene que identificar? ¿tan difícil es?, yo no lo veo.


P.- A las siglas LTGBI (lesbianas, trans, gays, bisexual e intersexual), se ha añadido la ‘Q’ y el más, ¿quiénes se incluyen bajo esa denominación?
R.-
Normalmente se dice colectivo LGTBI, aunque a veces se añade ‘Q’ y el más. Son minorías pero igual de importantes que el resto. ‘Q’ es queer, término que engloba a las personas que no se identifican con la clasificación hombre o mujer; en el ‘más’ se incluyen entre otros asexual, género no fluido… A la sociedad le cuestan estas denominaciones porque no se han informado; la gente desconoce por ejemplo lo que es una persona intersexual.

Moreno y miembros de Wado Ciudad Real tras recibir el Premio Vida 2023 de Corral de Calatrava.


P.- ¿Y qué es una persona intersexual?
R.-
Nace con los dos sexos, sus cromosomas X e Y son juntados al nacer, puede ser que haya nacido chica o chico, con pene, pero que a lo largo de su vida desarrolla unas mamas, lo que antes, en la época de vagos y maleantes se denominaban hermafroditas y tenían que pasar por una mutilación genital. Esas personas intersexuales no tienen por qué definirse por un sexo. Es como si hablamos de una persona transgénero, cuyo referente es Cristina Ortiz, ‘la Veneno’; ella dijo: “soy una mujer entera con polla y con tetas”. Mientras que la gente ve algo gracioso u obsceno, el colectivo LGTBI ve una reivindicación y un guiño a las personas trans.


P.- El PP dijo que eliminaría la Ley Trans si llegaba al Gobierno, ¿qué le parece a Wado?
R.-
En primer lugar quiero dejar claro que Wado es una asociación totalmente apolítica, no nos casamos con ningún partido político, aunque algunos socios no quieren oír hablar de ciertas formaciones como Vox por su actitud, tirando la bandera del colectivo o vídeos con barbaridades.


En cuanto a la Ley Trans, es falso lo que circula por ahí de que nos podemos cambiar de identidad de género cuando nos dé la gana. Se hizo viral un vídeo de Tik Tok en el que un chico salía diciendo que acababa de salir del Registro Civil siendo mujer. Eso es mentira. Hay que estar dentro de una asociación para saber cuál es la realidad y cómo se tramita. Una persona trans debe pasar por su médico de cabecera, un psicólogo, un endocrino y en el Registro debe demostrar que lleva mínimo un año en hormonación. ¿Piensas que en el registro van a saltarse la vía administrativa de 1 a 3 meses? No. Si es por esto por lo que quiere quitarse la ley trans, que no se quite, no podemos volver a que muchas personas esperen recursos porque no se demuestre que no son mujeres u hombres.


P.- Para personas del colectivo LGTBI no tiene que ser fácil vivir en una zona rural…
R.-
Cuando me hablan de zonas rurales, siempre pienso en sexilio y la película ‘Volver’ de Pedro Almodóvar. El sexilio es una realidad, las personas LGTBI se van de los pueblos. En 2018, el orgullo regional abordó este asunto, se invitó a todas las zonas rurales. Ahora, vamos hasta los pueblos más chiquititos para que las personas LGTBI se sientan integradas y los demás vean que son personas normales, con su vida, como otra cualquiera. Lo bonito ahora es que hay jóvenes, como mi compañero Asier de Almagro, que quieren volver y no irse nunca. Precisamente, Almagro ha contado por primera vez con un orgullo provincial. Nos queremos quedar en nuestros pueblos, tenemos el mismo derecho a seguir aquí, a vivir nuestras vidas como queramos. Por eso Wado intenta ir a los pueblos y hacer actividades en esas zonas.


P.- ¿Qué retos tiene Wado para el futuro?
R.-
Los objetivos es que la Ley de Diversidad siga con dotación, que continúe la oficina de atención a personas LGTBI en Toledo y que, a medio plazo, la Junta consiga una delegación en cada provincia, además de seguir luchando por las zonas rurales, con el Día del Orgullo Regional, provincial y local. Por otro lado, que se mantengan los puntos violeta; a este respecto, tengo que señalar que Wado no ha tenido ningún problema en montar los espacios violeta en Ciudad Real con un ayuntamiento PP-Vox, ni en Alovera con similar gobierno.


A corto plazo, es necesario continuar trabajando por una mayor visibilización del colectivo LGTBI, y más educación en colegios e institutos y a jóvenes.


P.- ¿Qué sueño te gustaría se hiciese realidad?
R.-
Mi sueño personal sería que un día me levantase de la cama con la noticia de que la reducción de delitos de odio ha llegado al 0%; ahí diría que algo hemos hecho bien y que es posible confiar en las personas. A nivel asociativo, mi sueño es continuar luchando de forma activa y enseñar a las generaciones venideras a liderar esta maravillosa causa.

Texto: Oliva Carretero Ruiz Fotos: Cedidas por Wado