Es el primer coronel al mando de la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real. Para Juan Antonio Valle Gómez (Ciudad Real, 1969) es un grandísimo honor asumir esta responsabilidad que le obliga a redoblar esfuerzos. Dispone para ello de una plantilla de 1.279 guardias civiles. Actúan en núcleos operativos, es decir, en agrupación de varios puestos que permite que haya todos los días del año al menos una patrulla de servicio en esa área; “es la fórmula para mantener al menos un servicio operativo ante la dispersión territorial de provincias como la nuestra”, reconoce.

“Quiero dar el mejor servicio a mis paisanos y cuento con el mejor equipo para conseguirlo”

Pregunta.- ¿Qué significa el hecho de que la Comandancia de Ciudad Real sea ahora dirigida por un coronel en vez de por un teniente coronel?
Respuesta.-
El análisis de variables objetivas del mando de las comandancias, como los efectivos, la distribución en unidades territoriales, la población diana y las infracciones penales, determinaron la necesidad de reforzar la dirección en la Comandancia de Ciudad Real, por el volumen de trabajo que generan. Ser el primer coronel jefe de la Comandancia de la provincia en la que nací es un grandísimo honor que, a la vez, supone una gran responsabilidad, y me obliga a redoblar esfuerzos y compromisos para prestar el mejor servicio a mis paisanos. Afortunadamente, cuento con el mejor equipo para conseguirlo.


P.- Desde su llegada a la Comandancia en 2020 abogó por otorgar a los pueblos la misma seguridad que a la ciudad, ¿cómo se consigue este reto en una provincia tan extensa como la nuestra?
R.-
La Guardia Civil llega donde no llega nadie. En la actualidad estamos asistiendo a una despoblación persistente del medio rural, y Ciudad Real no es ajeno a ello. En lo rural se precisan unos servicios mínimos, con la seguridad como requisito preferente. De ahí que aboguemos por revertir la tendencia y facilitemos la vida en los pueblos, manteniendo la vigilancia en el campo y sobre las explotaciones agrícolas y ganaderas.


Ciudad Real se encuentra entre las provincias más seguras de España, y dentro de ésta, la tasa de delincuencia (número de infracciones penales por mil habitantes) dentro de la demarcación de la Guardia Civil es aún más baja que la de la provincia (27,12). Por tanto, considerando que la mayor parte de la demarcación de la Benemérita es rural, no es que haya el mismo nivel de seguridad en pueblos y ciudades, sino que aquellos son más seguros. Circunstancia que, lejos de complacencias, nos invita a trabajar en la mejora de esas cifras.


P.- La vigilancia de olivares con el equipo Roca y patrullas civiles, ¿cómo ha funcionado?
R.-
Los equipos Roca surgieron en agosto de 2013 como unidades especializadas en la vigilancia y seguridad de explotaciones agrícolas y ganaderas.


En la campaña olivarera, agricultores, cooperativas e incluso municipios contrataron seguridad privada para, en coordinación con la Guardia Civil, vigilar las explotaciones. Además, la Comandancia implementó una orden de servicio para prevenir hurtos, receptación de aceitunas y robo de aceite.


Fruto del esfuerzo, se registraron 5.800 actuaciones, que no han podido evitar los más de 80 delitos, en su mayoría hurtos, pero que han permitido la detención de más de 80 personas y la intervención de casi 14 toneladas de aceitunas sustraídas.


P.- ¿Con qué medios técnicos y humanos se está interviniendo en violencia de género?
R.-
La respuesta del Cuerpo a la violencia de género es gradual, se inicia en los puestos complementada con los equipos Viogén; seguido de los Puntos de Atención Especializada (PAE’s) de los equipos territoriales de Policía Judicial; Equipo Mujer Menor (Emume) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, y Emume Central de la Unidad Técnica de Policía Judicial para los casos más extremos.


Hoy en día, hay una mayor concienciación sobre la necesidad de denunciar, incluso de personas que, careciendo de relación con los hechos, observan situaciones delictivas que nos transmiten.


En la provincia también la sufrimos, con un crimen machista el 23 de febrero, en Aldea del Rey. Espero no se vuelva a repetir ningún hecho similar.


P.- El pasado mes de marzo se ha cumplido un año en prisión del presunto autor del crimen de Juan Miguel Isla y de Jesús María González Borrajo. ¿Se está investigando si el detenido podría estar relacionado con otras desapariciones?
R.-
Determinada la posible autoría de dos supuestos asesinatos, se han revisado otras muertes inesperadas que hayan acaecido en el entorno del autor, sin que hasta la fecha se haya obtenido ningún resultado incriminatorio. Y digo hasta la fecha, porque, contrariamente a lo que pueda parecer, la Guardia Civil no abandona nunca una investigación.


En la operación Mancanti (significa desaparecido en italiano), como se denominó esta investigación, fueron cuatro los detenidos: un autor, un cooperador necesario, un encubridor y una cuarta persona, incriminado tangencialmente por tenencia ilícita de armas. Aún no se ha celebrado el juicio, el autor y el cooperador están en prisión, y el encubridor y la cuarta persona en libertad con cargos.


P.- ¿Qué destacaría en esa actuación por parte de las unidades intervinientes de la Guardia Civil?
R.-
El tesón, la perseverancia, la sagacidad, en una palabra, la profesionalidad de los investigadores que han mantenido la vigilancia e investigación durante meses e incluso años si nos remontamos a la desaparición del señor González Borrajo.


Además de esta Comandancia, intervinieron en la investigación la UCO (Unidad Central Operativa); y especialistas en montaña y en actividades subacuáticas, y guías de perros especializados, etc., en la inspección ocular y recuperación de restos.


En este caso, afortunadamente, no sólo se consiguió el esclarecimiento de la operación, sino que fueron hallados los cuerpos de los desaparecidos, lo que ha reconfortado a familia y allegados.


P.- ¿Podría decirse que ha sido la actuación más importante de la Comandancia?
R.-
Es una de las más importantes. Esclarecer dos homicidios por la misma persona y con grandes dificultades para hallar los cadáveres, hubo que diseñar artilugios específicos para sacar los restos de una tubería de 30 centímetros y taponada con piedras y tierra. Y en el otro caso, igual, en un pozo con agua, en una explotación que ni siquiera estaba a nombre de esta persona.


P.- ¿Es suficiente la plantilla actual para cubrir todo el territorio y todas las competencias?
R.-
La plantilla de la Comandancia, de 1.279 guardias civiles, se encuentra a un 90% de tasa de cobertura, con 128 vacantes, lo que nos posiciona en mejor situación que la mayoría del país. Pero, desearía disponer de un mayor número de efectivos, no para trabajar menos, sino para poder llegar más lejos, más rápido y con una mayor intensidad; es decir, hacer más y dar un mejor servicio. No obstante, la colaboración ciudadana, la instalación de cámaras, la ayuda de Policía Local y seguridad privada y la tecnología coadyuvarán hacia unas tasas de delincuencia muy aceptables.


P.- En infraestructuras, ¿cómo van las obras del cuartel de Miguelturra y de otros puestos?
R.-
La mayoría de nuestros cuarteles son muy antiguos y están en condiciones bastante mejorables. Creo que es un aspecto en el que la colaboración con otras instituciones puede tener mucho recorrido. En relación a Miguelturra, está en la fase final de redacción de los proyectos por parte de la Diputación. En este acuartelamiento, de 4,8 millones y el segundo en importancia de la Comandancia, prestarán servicio 89 guardias civiles. Las obras podrían iniciarse en el primer semestre de 2025, por lo que estaría operativo a finales de 2027 o principios de 2028. Por otro lado, Almadén, Agudo, Manzanares y Puertollano están siendo objeto de mejora, algunos sólo de la envolvente térmica (fondos de resiliencia del Gobierno) y otros con alguna reforma de oficinas a cargo de la Diputación.


P.- ¿Ha crecido el tráfico de drogas en la provincia?
R.-
Recientemente ha habido operaciones donde se han incautado grandes cantidades y podría pensarse que existe un mayor negocio en la provincia. Pero Ciudad Real es un territorio de paso que enlaza lugares de procedencia con destinos de consumo o sirve para depósito de la droga en ‘guarderías’, por lo que el material incautado no va destinado al mercado propio en principio.