Camacho y Quiteria celebraron su boda este jueves, 8 de noviembre, en las instalaciones de Hípica Margó, donde tuvo lugar la primera degustación del Guiso de Bodas que tradicionalmente se presenta a los medios de comunicación, al tiempo que se realiza el nombramiento oficial de Madrina y Camacho de Honor de las jornada que, en esta ocasión, han sido la presidenta de la asociación de amas de casa, Carmen Jiménez, y el recientemente jubilado comisario de la Policía Nacional, Antonio Ciudad. La alcaldesa alcazareña, Rosa Melchor y la concejala de Turismo, Rosa Idalia Cruz, así como la delegada de la Junta en la provincia de Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, no faltaron a la cita.

El fin de semana del 24 y 25 de noviembre tendrán lugar las XIV Jornadas Gastronómicas del Guiso de las Bodas de Camacho en Alcázar de San Juan, organizadas por el gremio de hostelería de la Asociación de Empresarios Centro Mancha (ASECEM) en colaboración con el Ayuntamiento alcazareño. Una edición en la que participarán 26 establecimientos de la localidad ofreciendo el tradicional menú cervantino al precio de 16 euros.

Como viene siendo tradicional, la primera degustación se realizó durante el nombramiento del Camacho de Honor y la Madrina de las jornadas de 2018, Antonio Ciudad y Carmen Jiménez, en Hípica Margó. Un menú compuesto con las viandas reflejadas en El Quijote del que disfrutaron representantes políticos y medios de comunicación.

“El Guiso de Bodas, aunque no se dice en El Quijote, es nuestro, nació en Alcázar”, aseguraba la madrina que recibió su nombramiento en nombre de todas las amas de casa, “las reinas de las cocinas y de la gastronomía manchega y las menos consideradas”. Confesó que le hacía mucha ilusión ser la Madrina del Guiso de Bodas porque se siente cervantina por doble motivo, por haber nacido en un lugar tan cervantino como Argamasilla de Alba y por residir en Alcázar, la cuna del Quijote.

Con la misma ilusión recibió Antonio Ciudad el nombramiento como Camacho de Honor. Al igual que Carmen Jiménez, el ex – comisario de la Policía Nacional de Alcázar es alcazareño de adopción y comentó que llegó a la ciudad en un mes de octubre, coincidiendo con la época en la que se prepara el guiso de bodas. “Llegué y me enamoré de Quiteria” –haciendo un símil entre la novia de Camacho y la ciudad- “Su belleza me ganó”.

El éxito de estas jornadas gastronómicas se debe en parte a que se trata de un plato tradicional manchego, muy popular en Alcázar, y a la constancia de los hosteleros de la localidad. Así lo explicaba Víctor García Chocano, uno de los primeros impulsores de la idea. “Estamos encantados que cada año visiten la ciudad y nos acompañen en esta boda. El guiso triunfa porque las cosas se hacen bien y se pone mucho cuidado en su elaboración”.

Un cuidado que también reconoció la alcaldesa alcazareña, Rosa Melchor, que puso en valor el trabajo de los hosteleros de “La Sonrisa del Quijote” que hace 15 años empezaron a gestar lo que hoy se ha convertido en la cita gastronómica más importante de la ciudad. “Creo que el mejor modo de promocionar una ciudad es a través de los placeres que ofrece y, sin duda, uno de los mayores placeres es la gastronomía. En La Mancha y en Alcázar contamos con buenos ingredientes y unos cocineros fantásticos”. En cuanto a la elección del Camacho de Honor y la Madrina de este año, la primera edil consideró que no se podía haber hecho mejor elección, “son dos alcazareños de adopción y de vocación que nos enorgullecen, porque son una muestra de lo que es Alcázar, una ciudad muy acogedora que invita, a quienes vienen a vivir de forma provisional, a quedarse”.

La delegada de la Junta en la provincia de Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, valoró estas jornadas como “un elemento dinamizador” de la ciudad que atrae turismo y moviliza la economía; además de “todo un referente en la región que marida a la perfección gastronomía y vino con la mirada puesta en la historia de una obra tan universal como El Quijote”. Consideró que el Guiso de las Bodas de Camacho “es una excusa perfecta para realizar una inmersión en la tierra del Quijote”; una idea que está en perfecta consonancia con la estrategia de promoción que está llevando a cabo el Gobierno regional, potenciando la gastronomía y los productos tradicionales como señas de identidad y atractivo turístico que complementan una oferta de “360 grados” en la que patrimonio, cultura, medio ambiente y gastronomía van de la mano.