Herederos y mantenedores de la Tradición Cervantina

Hace más de 4 siglos (1605) de la publicación de la I Parte del “Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” y de que al final de la obra Don Miguel de Cervantes incluyera unos versos dedicados: “A los Académicos de la Argamasilla, Lugar de la Mancha, en vida y muerte del valeroso don Quijote de la Mancha”. Casi una década después (1614) Alonso Fernández de Avellaneda el denominado “Quijote apócrifo” dedicándolas “Al Alcalde, Regidores e Hidalgos de la noble villa del Argamasilla de la Mancha, Patria feliz del Hidalgo Caballero don Quijote, lustre de los profesores de la Caballería Andantesca”. Desde entonces la localidad argamasillera figura como patria Don Quijote y heredera de esta tradición surge el papel de los Académicos manteniendo la llama cultural cervantina en el pueblo de Argamasilla de Alba y toda su comarca.

Desde el ecuador del siglo XVIII numerosos viajeros, tanto españoles como extranjeros, en su visita a la Mancha siguiendo los pasos del Caballero de la Triste Figura, y su escudero, acuden de forma indispensable a Argamasilla para conocer la idiosincrasia de la cuna del hidalgo. Desde aquellos tiempos los denominados Académicos han organizado y participado en numerosas iniciativas con el objetivo de ensalzar la secular tradición del origen argamasillero de Don Quijote. En la adquisición de la Casa de Medrano y su adecuación cultural (1862) y en el encargo a la imprenta de Manuel Rivadeneyra de una edición del Quijote (1863), actualmente conocido como el Quijote de Argamasilla, podemos ver algunas de las iniciales participaciones culturales de estos personajes.

Izq.: Los Académicos de la Argamasilla reunidos con “Azorín” en 1905, aparecen, entre otros, Don Cándido (el cura), Don Luis, Don Francisco, Don Juan Alonso y Don Carlos (el boticario). Dcha.: “El Quijote en la calle” (abril 2015). 

Con motivo del III Centenario del Quijote (1905) visita Argamasilla de Alba el eminente escritor y periodista José Martínez Ruiz “Azorín” y tal como relata su estancia en la localidad, en su libro “La Ruta de don Quijote”, durante varios días se reunió con los llamados Académicos en la rebotica de Don Carlos Gómez (que aún hoy puede ser visitada).

Así en el citado 1905, los Académicos de la Argamasilla, además de ser anfitriones en la visita de Azorín, organizaron junto a la Corporación Municipal del momento numerosos actos con motivo del III Centenario del Quijote: se engalana la villa con “arcos de verde”, representaciones teatrales, lecturas colectivas del Quijote, pasacalles y conciertos… Desde entonces la actividad cultural de estos personajes no ha cesado y no han dejado de organizar actividades “culturales, quijotescas y cervantinas”.

A mediados del siglo XX (1961) los miembros de esta particular Academia solicitan que sea declarada como Institución, con el respaldo de inminentes personajes como los escritores Camilo José Cela y Carlos Murciano o el pintor Gregorio Prieto. Precisamente por la unión a esta causa del pintor valdepeñero, que había firmado un “manifiesto” en contra de la condena a muerte por parte del régimen franquista de un disidente comunista, fue denegada la petición por parte del Ministerio de la Gobernación. Unos años después (1963) se solicitó que los Académicos fuesen una Sección Delegada del Instituto de Estudios Manchegos. En 1984 fueron legalizados los “Académicos de la Argamasilla” como Asociación Cultural por no autorizarse otra designación.
Dentro de la actividad cultural de la asociación cabe destacar los denominados “Juicios Críticos Literarios”, unos curiosos simulacros de procesos judiciales en los que se “juzga” a personalidades del mundo de la cultura que presentan unas tesis sobre algún aspecto de Cervantes o el Quijote. Esa personalidad homenajeada, el “encausado”, participa en un juego dialéctico que permite intervenciones brillantes y cuyo término será su nombramiento como Académico de la Argamasilla.

Placas conmemorativas de diferentes actividades de la asociación.

El primero de estos singulares juicios críticos se celebró en 1953 siendo los “encausados”, en esta primera edición, los periodistas de la Prensa Provincial conformando el Tribunal los Jueces de Paz de los vecinos Ayuntamientos de Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Tomelloso y Argamasilla de Alba. A partir de 1983, se da una nueva forma a esta tradición: si el encausado, quien presenta una tesis sobre algún aspecto del Quijote, pasa la prueba es nombrado Académico de la Argamasilla (aunque en contadas ocasiones, por la raigambre del procesado el nombramiento tiene carácter de Académico de Honor); la decisión la toma un Presidente tras escuchar las opiniones de un fiscal y un defensor y tras escuchar a un Jurado comprometido con la causa.

Desde aquel momento de la renovación en el formato de los Juicios Críticos Literarios se han realizado casi una veintena de eventos, donde han sido nombrados Académicos de la Argamasilla catedráticos y docentes en disciplinas varias, artistas, poetas, agrupaciones culturales, empresarios… configurando un Cuadro de Honor de nombramientos donde la valía de los electos eleva la relevancia de esta Asociación Cultural a una dimensión cultural que supera las fronteras locales y comarcales para situarla en unos rangos científicos y didácticos de carácter nacional e internacional. Además las diferentes tesis y lecciones magistrales de los nombrados Académicos supone un interesantísimo acervo sobre diferentes aspectos relativos a Cervantes y su obra (matices literarios, observaciones etnográficas, rasgos psicológicos…).

Como exponente de la importancia de los nombramientos de la asociación tenemos que en 2005 fue designado Académico de Honor Don Mario Vargas Llosa, escritor y político peruano, miembro de la Real Academia Española y Premio Miguel de Cervantes en 1994. Unos años después recibiría el Premio Nobel de Literatura (2010).

Actualmente el número de académicos de la asociación (presidida por Doña Pilar Serrano) alcanza los 130 y durante su andadura una profusa actividad cultural organizando conferencias y cursos, edición de obras literarias, concursos nacionales de pintura… Además, en colaboración con el Área de Cultura del Ayuntamiento de Argamasilla de Alba, la asociación ha impartido diferentes cursillos en la Universidad Popular local sobre la historia y tradición cervantina de la localidad. En gratitud por su compromiso por la promoción de los valores cervantinos y manchegos la Asociación Cultural los Académicos de la Argamasilla ha recibido distintos galardones y reconocimientos a nivel regional y nacional.

Izq.: Mario Vargas Llosa nombrado Académico de Honor (2005). Dcha.: La botica de los Académicos en Argamasilla de Alba. 

Todos los meses de Abril se celebra en la localidad de Argamasilla de Alba un homenaje a Cervantes donde los Académicos de la Mancha junto con el Ayuntamiento de la localidad y los diferentes centros escolares locales honran la figura literaria de Cervantes y evocan la figura de Don Quijote con motivo del Día del Libro (23 de abril).

Uno de sus últimos logros ha sido clasificar y catalogar el legado de Don Ángel Dotor Municio (Argamasilla, 1898- Madrid 1986), escritor e historiador miembro de numerosas Academias Nacionales e Internacionales, fundador de la Institución “Amigos de los Castillos”. Toda la donación se puede visitar en la actualidad en el Pósito de la Tercia de la localidad argamasillera.

Texto: Ángel S. Martín-Fontecha Guijarro
Fotos: Ángel S. Martín-Fontecha Guijarro/José Díaz-Pintado Hilario