Tradición familiar desde 1900 en Alcázar de San Juan
Casi 120 años han pasado desde que, Pedro Escudero González, fundara uno de los comercios más antiguos de la localidad de Alcázar de San Juan, Casa Escudero. Un comercio que comenzó vendiendo como género principal ultramarinos y otros muchos productos traídos de todo el mundo: bolsas de té de la India, puros de la Habana, algunos productos de tocador femeninos procedentes de Estado Unidos, etc. Poco a poco fue cambiando el género principal de venta de la tienda por artículos de mercería y géneros de punto para ajustarse a las necesidades de los clientes. Con los años fue introduciendo todo tipo de artículos, muy variados y siempre de primera calidad, que es lo que ha caracterizado y caracteriza a este establecimiento.
Pedro Escudero pronto comenzó a ganarse una buena fama en la población y en sus alrededores, destacando por la calidad de sus productos y un buen servicio. De hecho, en la fachada de su comercio se puede leer el slogan “Compre usted siempre en esta casa seguro de comprar barato y ser bien servido”.
Llegada la década de 1920, Luis Caballero Fernández, casado con Orencia Pastor, sobrina del fundador, es quien se hace cargo del negocio, ampliando a su vez con más variedad de artículos; cuberterías, vajillas, ropa, juguetes… y, como dato a destacar, fue quien introdujo en Alcázar de San Juan las máquinas fotográficas Kodak, Agfa y los relojes Omega. Igualmente fue quien agregó al establecimiento la frase “Almacén de La Mancha”.
En el año 1931 Luis Caballero fallece en plena juventud, quedando al cargo del negocio su esposa, quien probablemente sería una de las primeras mujeres de la época a cargo de un comercio en la localidad. Ese mismo año, Emelina Carreño, natural de Alcázar de San Juan y representante de Castilla-La Mancha (Castilla La Nueva en aquella época), era proclamada Miss España, la única castellano-manchega en obtener este título y que era asidua a comprar en este establecimiento donde era muy querida.
Orencia Pastor estuvo dirigiendo el negocio familiar hasta su fallecimiento en el año 1971, una etapa en la que fue adaptándose a los tiempos y demandas de sus paisanos, con años también difíciles cuando llegó la Guerra Civil y los primeros años de postguerra donde había muchas dificultades a la hora de adquirir suministros para la tienda. Al fin hubo suerte y se encontró una buena partida de medias de hilo negras, que eran muy usadas por las Sras. de los pueblos de la comarca, al maravilloso precio de 4,30 ptas. el par. Fue un inicio apoteósico de la llegada de la paz.
Durante los años 50 y los años 60 el establecimiento gozaba de un esplendor absoluto con una gran demanda de artículos, sobre todo de vestir, como las chaquetas de punto, las famosas “rebequillas” o lanas para diferentes labores. También se vendían muy bien los lotes para los quintos, aquellos jóvenes que cumplían la mayoría de edad y se iban a realizar el servicio militar, compuestos de una camisa, corbata, calcetines y pañuelo.
Dos de sus hijas, María y Carmen Caballero Pastor, fueron las que se hicieron cargo del negocio tras el fallecimiento de su madre y quienes lo estuvieron dirigiendo hasta su jubilación en el año 2001. Ese año, Casa Escudero cerró sus puertas, pero no para siempre. Sus ojos, los escaparates, seguían ofreciendo al público escenas adecuadas a cada festividad, labor que llevaba muy directamente Carmen con la ayuda, en determinados momentos, de su sobrino David, quien continuó el negocio por Internet y a partir de 2014 abrió de nuevo el local después de su restauración.
Concluida la restauración del local comercial, respetando el mobiliario y estética del local, David Caballero, hijo de Pedro Caballero (hermano de María y Carmen) y nieto de Luis Caballero y Orencia Pastor, se pone al frente del local reabriendo de nuevo sus puertas y con nuevos artículos de venta. Y es que, a día de hoy, con solo mirar su espléndida fachada y sus enormes escaparates que nos recuerdan a épocas pasadas, se puede imaginar el encanto que guarda en su interior. Un interior que nos adentra a la esencia de los primeros y mediados años del siglo XX, con unas estanterías casi intactas desde su apertura, solamente pintadas de color verde “fuerte” allá por los años 60, un mostrador de la época (1928), una máquina registradora de antaño, y por supuesto, todo lo relacionado con artículos de colección y de regalo; juegos clásicos de mesa, monedas, billetes, filatelia, botones antiguos, medias, muñecas, llaveros, coches, cuentos, peonzas, cromos, figuras…hasta perfumes de la marca “Myrurgia” fundada en el año 1916, de la que Casa Escudero ostentó la venta exclusiva en la localidad durante muchos años.
Son cerca de 120 años de historia de este establecimiento emblemático en la localidad de Alcázar de San Juan y su zona de influencia. Una casa, la de “Escudero”, que guarda entre sus estantes la nostalgia de tiempos pasados, años de historia y un sinfín de anécdotas que pocos podríamos imaginar. Es más, la familia guarda un álbum de fotografías postales que encargó Luis Caballero al famoso fotógrafo francés L. Roisin afincado en Barcelona, un librillo de 20 postales de diferentes vistas de Alcázar de San Juan de finales de los años 20. Sin duda un gran tesoro, como tantos otros que podemos encontrar dentro del establecimiento, más aún, sabiendo que Casa Escudero es en sí mismo una joya del siglo XX.
Texto: Juan Diego García-Abadillo
Fotos: Casa Escudero