Mónica Sánchez de la Nieta Gascón / Presidenta de ANPE Ciudad Real

A pocas semanas del inicio del curso escolar, sorprendentemente no se han establecido medidas claras, concretas y seguras para la puesta en marcha y el funcionamiento de nuestros centros educativos ni por parte del Ministerio de Educación ni de la Consejería de Educación.

Debido a la difícil situación que estamos afrontando en nuestro país, nos encontramos ante unos días de mucho nerviosismo entre los docentes, las familias y el alumnado. A fecha de hoy, no se ven claras las medidas a llevar a cabo por parte de todos para que nuestros alumnos vuelvan a las aulas sin poner en riesgo la salud de toda la comunidad educativa.

Después de un trimestre de enseñanza online, todos hemos comprendido que la figura del profesor es insustituible y debemos apostar por la educación presencial. Se ha demostrado que esta educación es imprescindible para el desarrollo completo de la personalidad del alumno. Si verdaderamente deseamos mantener esta presencialidad, debemos planificar una vuelta al colegio en condiciones de absoluta seguridad donde se cumplan todos los protocolos sanitarios.

La educación a distancia ha dejado muchas carencias y déficits en la enseñanza y en el aprendizaje de nuestros alumnos, sobre todo de los más desfavorecidos, que tienen menos medios tecnológicos y en muchas ocasiones son los que arrastran un menor rendimiento. Defendemos el carácter presencial porque educar no solo es impartir conocimientos, además es, transmitir valores, socializar, convivir, motivar.

Desde ANPE exigimos que se establezca unas pautas mínimas y consensuadas para todos las Comunidades Autónomas que permitan una vuelta segura a las aulas en toda España y por supuesto, en nuestra comunidad autónoma.

Las pautas mínimas se deben centrar en asumir las medidas establecidas por el Gobierno y las autoridades sanitarias para llevar a cabo en todos los espacios públicos y privados para controlar la propagación de la pandemia. Nos referimos a las relacionadas con el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos con jabón y geles hidroalcohólicos y el mantenimiento de la distancia mínima de seguridad. Todas ellas deben implantarse y cumplirse en todas las aulas de los centros educativos.

Dentro de todas las medidas a llevar a cabo, la primera y más importante es el distanciamiento social entre el alumnado. Claramente para poder cumplir con esta medida, se deben disminuir el número de alumnos por aula, adecuar o crear nuevos espacios en los centros y contratar más profesorado para poder atender a los nuevos grupos que surjan del desdoble de aulas. Además, este aumento de profesorado ayudaría a compensar los aprendizajes básicos no alcanzados en el curso pasado y a impartir una enseñanza más individualizada a alumnos con un rendimiento escolar más bajo.

Otro factor importante para ANPE en la vuelta a las aulas de manera segura, es la implantación del servicio de enfermería escolar en todos los centros educativos. Este profesional sanitario ayudaría a detectar posibles casos; realizaría el test de COVID-19 a cualquier miembro del centro; asesoraría a las familias, profesorado y alumnado; supervisaría todas las actuaciones y medidas a tomar para controlar la propagación de la pandemia; así como se coordinaría con los centros de salud de referencia.

En último lugar, es imprescindible establecer un Plan de Digitalización de los centros educativos, que incluya: dotación de material informático y de conectividad, formación a profesorado y alumnado y la creación de plataformas digitales. Este plan de digitación es fundamental para poder responder eficazmente en un posible escenario de vuelta a las aulas de manera semipresencial o ante el cierre parcial o total de los centros educativos. Estas situaciones de educación semipresencial o a distancia, sólo deben ser adoptadas cuando no se pueda asegurar una vuelta a las aulas totalmente presencial con todas las medidas de seguridad necesarias o bien por una negativa evolución de la pandemia.

ANPE urge al Ministerio y a la Consejería de Educación que la educación sea una prioridad y no deje la solución a esta difícil situación a la improvisación. Antes de empezar el curso escolar, debe existir unos protocolos de seguridad claros y concretos adaptados a todos los centros educativos donde se cumplan todas las recomendaciones realizadas por las autoridades sanitarias.

Ya es hora de eliminar esta incertidumbre y preocupación de docentes, padres y todo el sector educativo por la vuelta a las aulas garantizando todas las medidas de seguridad para evitar posibles brotes de contagios y asegurar el derecho a la educación de nuestros alumnos.