Louis Armstrong dio una perfecta definición sobre el jazz: “Si lo tienes que preguntar, es que no lo en­tiendes”. Nacido del blues y de la música africana a finales del siglo XIX, el jazz sigue siendo un misterio para quienes quieren catalogarlo en un único género musical. A pesar de que se le conozca como un estilo musical, el jazz despierta a menudo debates sobre la familia de géneros que forma su música, así como sobre el tema racial presente desde sus inicios.

El jazz nació entre las clases so­ciales más bajas de Estados Unidos. Sirvió como denuncia en contra de la discriminación racial que sufrían los ne­gros. Tuvo además un importante papel en los inicios del feminismo: las mujeres comenzaban a tener más libertad. Es el género musical con más influencias, qui­zás por ello sea tan difícil catalogarlo como un solo género musical. Tiene in­fluencias de música clásica, de ritmos africanos, e incluso del pop/rock moderno. Además de las tres categorías oficiales del jazz (Early Jazz, Modern Jazz y Jazz Related), estas tienen a su vez otros mu­chos subgéneros musicales, algunos tan conocidos como el Swing, Bop, World Fusion, Latin Jazz o el Funk. En 2011, la UNESCO proclamó tal día para sen­sibilizar al público sobre las cualidades de este género musical: además de ser un regalo para los oídos, se cree que el jazz contribuye a la educación sobre la paz, la unidad, y la cooperación entre sociedades.