Verónica Reolid Losa / Dietista-Nutricionista de la Asociación de Celíacos de Castilla-La Mancha.

Las personas celíacas están obligadas a seguir una dieta estricta, exenta de gluten durante toda la vida. La ingesta de pequeñas cantidades de gluten de una manera continuada, aunque el celiaco no presente síntomas, puede causar trastornos importantes y no deseables. El 80 % de los productos procesados pueden contener gluten, como ejemplo los embutidos, turrones, chocolates, salsas, postres lácteos, especias, platos preparados, etc.

Por ello, la alimentación del colectivo celíaco debe basarse principalmente en productos naturales como fruta, verdura, carne, pescado, leche, huevos, cereales permitidos junto con productos específicos que cumplan con los controles necesarios para asegurarse de la ausencia de gluten.

Para asegurar la ausencia de gluten en los productos específicos desde FACE se recomienda buscar los símbolos oficiales como la “Marca de Garantía” controlado por FACE, que garantiza una cantidad de gluten inferior a 10 ppm (partes por millón), o el Sistema de Licencia Europeo (ELS) que certifica cantidades de gluten inferiores a 20 ppm. Los productos ubicados en la base de la pirámide nutricional, es decir, aquellos que mayor número de raciones se deben ingerir en la dieta (pan, pasta, cereales), suelen contener gluten. Uno de los principales problemas es la carga económica que esto supone para el colectivo celíaco.

Desafortunadamente estos productos específicos tienen un precio mucho más elevado que sus equivalentes sin gluten, como certifica el informe anual de precios que realizamos desde la FACE todos los años.

A pesar de los avances que se han producido en el sector alimentario de los productos sin gluten, las diferencias de precios entre los productos con gluten y sin gluten son muy significativas. Las cifras continúan siendo demasiado altas, así una familia con un celíaco tiene un gasto superior de 1.040,41 € en la cesta de la compra anual, teniendo en cuenta únicamente los productos para realizar una cesta de la compra básica.

Finalmente cabe reseñar que las personas que han de soportar estos gastos extraordinarios no reciben ningún tipo de bonificación ni subvención estatal, solución que sí se contempla en la mayor parte de los países de la Unión Europea, entre ellos Italia, Francia, Reino Unido, etc.

A día de hoy, los pacientes celíacos no han recibido ningún tipo de solución a este problema. Partidos políticos no paran de presentar «proposiciones no de ley» y «mociones» para ayudar al colectivo. La lista de las mismas que fueron aprobadas es interminable pero prácticamente ninguna se ha cumplido, y al final en las pocas comunidades que lo han implantado no han encontrado la solución, como el Gobierno de Navarra que subvencionó 19,90 € anuales por persona para abarcar el problema, o el de La Rioja, que solo concede la ayuda a los funcionarios públicos olvidándose del resto de la población.

La Federación de Asociaciones de Celíacos de España reclama soluciones e instan al Congreso de los Diputados que abarque este problema de una vez por todas y deje de echar la vista a un lado.