Por mi propia experiencia en situaciones complicadas, no solamente en cuanto a la clasificación sino también en cuanto al juego, el momento por el que está pasando nuestro equipo se convierte en un reto más para los jugadores, club y afición. Quedan pocas jornadas, pero las suficientes como para conseguir los puntos necesarios que nos den la salvación.
Una vez que el club lo ha intentado todo para revertir la situación y aun así no se consiguen los resultados positivos, llega el momento de los jugadores. El jugador debe intentar olvidarse de la clasificación y jugar una “liga” propia, sacando el orgullo personal, haciendo autocrítica e intentar desde lo individual ayudar al colectivo. Preocuparse de hacer su trabajo bien cada uno, para así crecer en grupo y mejorar en general.
No tengo la menor duda de que los jugadores lo están intentando y de aquí al final de campeonato van a dar todo lo que esté en sus manos por este club.
Un club que, junto a su afición, siempre apoyan al equipo acompañándole allá donde vaya.
Deseo toda la suerte del mundo a todos los que de una manera u otra formamos parte de este club y pase lo que pase….
¡AÚPA LA UNION!