Como entenderán no estoy hablando de nada relacionado con el cambio climático ni nada parecido, aunque también tengo que decir que a lo mejor a algunos dirigentes políticos y sindicales les han afectado los cambios de temperatura, las gotas frías o el calor y polvo sahariano que, de vez en cuando, sufrimos.
Digo lo del otoño caliente porque las medidas y decisiones políticas que están tomando los y las máximos mandatarios del ramo económico y empresarial a nivel nacional es para saber si les ha dado una subida rápida de temperatura o algo similar.
Por no decir también a algunos dirigentes sindicales que ven cosas que no son ciertas nada más que en su realidad, que debe ser virtual, y en el que casi siempre, sin más, tienen la culpa los empresarios y autónomos de todo lo que acontece en el plano laboral.
No sabía si titular este artículo como ‘Otoño caliente’ o ‘Igualdad o igual da….’ porque ahora que también es noticia un día sí y otro también (desgraciadamente) todo lo que supone y significa el concierto autonómico y financiación con Cataluña, no sé si protestar por esta desigualdad o esta lucha por la igualdad de todas las comunidades será así o “igual dará” porque será predicar en el desierto, que pretenden los gobernantes a nivel nacional que sea nuestra provincia y región. Un desierto en inversiones que ya padecemos desde hace muchos años y que ahora con estos acuerdos harán que los pobres seamos cada vez más pobres.
Afortunadamente no toda la clase política es igual y aquí en nuestro entorno más cercano la voz de los empresarios es escuchada y tomada en cuenta y son muchos los ejemplos de acuerdos no solo con la clase política y la Administración, sino también con los sindicatos.
Porque, aunque cada uno estemos en una orilla del río, ese río que nos une tiene que ser lo que fluya en nuestras relaciones diarias. Lo hemos demostrado desde hace tiempo, por eso no tiene que venir nadie de fuera para que sigan estas buenas relaciones que siempre han llegado a buen puerto, cada uno, claro está, defendiendo sus posiciones.
Volviendo al otoño caliente, esperamos desde FECIR CEOE-CEPYME que no se queden con un solo euro de lo que es nuestro y por ello, pido e incluso exijo, si se me permite, una unidad en torno a la defensa de los intereses socioeconómicos de Ciudad Real y Castilla-La Mancha. Lo que no sea esto provocará que desde Moncloa y Cataluña nos quiten a los castellanomanchegos lo que es nuestro, que suponen capítulos esenciales en materia de inversión en infraestructuras de todo tipo, sanidad, cultural, asistencial, políticas de empleo, etcétera.
Un otoño caliente que espero no tenga repercusión en el día a día de nuestra relación con los sindicatos, porque irá en detrimento no sólo de las empresas y autónomos, sino también de los miles de trabajadores que dependen de nuestros acuerdos.
Esperamos y deseamos que todo siga en la línea de los últimos años de una interlocución cara a cara, porque ahora que se avecinan tiempos complicados en el capítulo económico en diversos sectores, es más importante aún que vayamos todos de la mano por el bien de nuestra sociedad y de nuestro presente y futuro.
Quiero dejar unas últimas líneas para hablar de Fercatur 2024, feria que hacemos con el principal apoyo de la Diputación, y en el que una edición más pretendemos dar a conocer nuestra riqueza cinegética, cultural, turística y paisajística. Les espero en un final de verano y comienzo de otoño que deseo que cumplan las expectativas de cada uno de nosotros.