La tradición también se renueva y va adoptando la forma de los nuevos tiempos. Uno de los ejemplos más importantes de ello es la Semana Santa en España que ha sabido imprimir nuevos aires en todo el conjunto de la expresión cultural y artística de la Pasión de Jesús, especialmente en la transformación de los pasos e imágenes, en las vestimentas y túnicas cofrades, en accesorios y enseres, en los exornos florales, en las marchas musicales y en la propia logística de una procesión.
Grupo de whatsapp Banda de cornetas y tambores ‘X’: “- Chicos, a las 9, ensayo. Queda una semana para nuestra salida procesional y tenemos que intensificar el trabajo”. Lo que antes podía costar una hora en llamadas telefónicas a cada uno de los integrantes de la banda, ahora en solo unos segundos el director de banda tiene organizado el ensayo. Y así sucede con costaleros, cofrades de junta directiva, hermanos del grupo joven de cada hermandad, etc. La era digital ha venido como anillo al dedo a esta manifestación religiosa y cultural en la provincia de Ciudad Real, igual que en otras ciudades, ya que ha permitido, como hemos visto, facilitar el trabajo de coordinación y preparación en aspectos de convocatoria fundamentalmente pero, sobre todo, ha permitido difundir de manera más rápida y eficaz la esencia de esta tradición más allá de las fronteras regionales e incluso nacionales, lo que ha hecho sumar más turismo a nuestras tierras por estas fechas. Y viceversa, ha hecho que muchos cofrades de la provincia visiten otras Semanas Santa de fuera de la provincia.
Si cualquiera escribe en el buscador de Google ‘Semana Santa Ciudad Real’ aparecen casi 90 millones de resultados y un total de 80 páginas para conocer y saber todo lo que uno desea sobre la Semana de Pasión en distintos puntos de la provincia de Ciudad Real, desde su capital pasando por Alcázar, Campo de Criptana, Daimiel, Manzanares, Torralba, Valdepeñas, etc. No hay hermandad o cofradía que se precie que no tenga su blog, esté en Facebook o cualquier red social difundiendo su historia, patrimonio, imágenes titulares y actos cofrades a lo largo del año. Y es que los cultos y actividades de cada hermandad han crecido casi de forma exponencial en los últimos años: los pregones, carteles, exposiciones, triduos, quinarios, traslados, viacrucis, besamanos, conferencias, convivencias cofrades…, se realizan habitualmente desde cada hermandad durante la época de Cuaresma. Aunque ya la labor de las hermandades también se ve en Navidad o distintas fechas festivas y religiosas importantes para cada ciudad con sus bolsas de caridad, roscones solidarios, reparto de juguetes… Imaginen la importancia de la actividad en una ciudad como la capital ciudadrealeña donde existen un total de 24 hermandades con 34 imágenes titulares en las que participan unos 5.000 cofrades.
Emilio, hermano mayor, lo resume muy bien: la Semana Santa de ahora no tiene nada que ver con la de hace 20 años, ahora existe una cultura cofrade que antes no existía, entonces solo se celebraban los días previos y la Semana Santa, pero hoy en día las cofradías han evolucionado, tienen vida durante todo el año, casi todas tienen una sede, están presentes en la tradición de la ciudad, existe una cultura cofrade que se ha transmitido a los más jóvenes…
Es notorio de hecho el impacto turístico y económico que se genera en las ciudades y pueblos con una ocupación hotelera muy elevada que influye directamente en la hostelería, comercio, etc., además del gasto de las propias cofradías en sastrerías, floristerías… En algunas ciudades andaluzas como Sevilla o Córdoba ya se han realizado estudios de los efectos socio-económicos de su Semana Santa y se habla de varios millones de euros. Por ejemplo, en el informe de la ciudad de Córdoba se habla de una estimación de 4,7 millones de euros de efectos directos y de más de 24 millones de impacto indirecto.
El joven cofrade.- Los jóvenes cofrades han sido esenciales en la renovación de nuestra Semana Santa poniéndose al frente de muchos de los eventos anteriormente mencionados.
La sucesión natural de padres a hijos también se ha visto impregnada por la llegada de jóvenes amantes de la Semana Santa sin ningún arraigo familiar por esta tradición. Incluso la movilidad laboral de la gente también ha hecho que los cofrades intenten buscar en su ciudad de destino una hermandad parecida o similar a la que tenían en su lugar de origen. Y eso las nuevas tecnologías lo han facilitado muchísimo. “Eso hace que mucha gente de fuera nos vea y quiera conocer la Semana Santa de aquí, igual que yo miro e incluso viajo a ver Semanas Santa de otras partes”, comenta Emilio, hermano mayor de una hermandad. No obstante, reconoce que no todo es positivo en internet, “también ha servido para difundir críticas un poco injustas, las redes sociales se utilizan como un martillo contra ciertas personas”, comenta.
Ayer&hoy ha hablado con tres jóvenes, dos forman parte de grupos jóvenes y un tercero es miembro de una banda y ha sido costalero, todos muestran su devoción y fervor por la imagen titular de su cofradía. Laura, 19 años, estudia Derecho y es cofrade desde la cuna. Es miembro activo del grupo joven de una hermandad y, como tal, se ocupa junto a sus compañeros de ayudar a la junta directiva, colaborar en las actividades de la hermandad o realizar sus propios proyectos, en definitiva, “colaboramos con nuestra hermandad con el fin de luchar por un futuro de la Semana Santa”. Su labor y la de sus compañeros es importante ya que mantienen activos a los jóvenes cofrades, establecen vínculos con jóvenes de otras hermandades y se responsabilizan ya de ciertos actos cofrades como, en este caso, la oración matinal del día de la salida procesional que, en su caso, es Martes Santo, o el reparto y coordinación de insignias y atributos. Reconoce que es difícil inculcar el sentimiento que ella tiene a otros jóvenes que no viven la Semana Santa con tanta devoción (piensan más en las vacaciones o viajar fuera de la ciudad), aunque siempre en la labor de cada hermandad está la de crecer en número de hermanos para conseguir sacar todas las insignias a la calle. Algo que, según comentan otros, se sigue produciendo y cada año es raro que no se produzcan alguna o algunas incorporaciones.
Carlos, también 19 años, estudia Derecho y es costalero de dos hermandades, la Borriquilla y el Ave María, y hermano de túnica de Jesús Nazareno. “Lo llevo en la sangre, me viene de tradición familiar, de mis abuelos y de mis padres, mi hermano y yo siempre hemos estado en varias hermandades”. Considera que muchas veces se relaciona la Semana Santa con trabajo y cosas poco atractivas pero a su juicio es todo lo contrario, “tiene mucho que la gente no conoce, se realizan acciones de caridad y actividades que estableces unos vínculos de amistad importantes y se disfruta mucho, no hay que estar todo el día trabajando…”.
Como sus abuelos y sus padres, Carlos vive intensamente cada Semana Santa aunque no sea en las fechas oficiales del calendario, “es impresionante cuando vas a misa, te encuentras a muchos compañeros de cofradía que luego coincidimos estudiando, avivando ese sentimiento por nuestra hermandad, queriendo estar lo más cerca posible de nuestros titulares, aportando iniciativas en cuanto se te pasa una idea por la cabeza en los viernes de hermandad…”
Y dentro de esas propuestas que hace Carlos están la de potenciar la figura del nazareno, “se está perdiendo un poco y creo que las hermandades deberían tenerlo más en cuenta haciendo por ejemplo bancos de túnicas, porque no todo el mundo puede pagarse una”, o incluso fomentar más la cooperación entre las propias cofradías “debería ser algo continuo durante todo el año, no puntual, algo que desde los grupos jóvenes se está impulsando”, comenta.
Como costalero reconoce que la tendencia es que la mayoría de los pasos pueden acabar portados a costal, “es cierto que hay pasos que son portados de otro modo y son maravillosos, pero también creo que cuando un paso sale dignamente a costal llama la atención”. Por su parte, Emilio cree que puede que las hermandades que van a dos hombros o a un hombro por fuera cambien a costal “pero no creo que cambien los que ahora van a costal”. Añade a este respecto la importancia de hacer una buena igualá por parte del capataz para evitar lesiones. Una función, la de llevar a costal los pasos, que ya no es exclusiva de hombres, ya se pueden encontrar mujeres costaleras y grupos mixtos en las cofradías.
Cambios notables en la música cofrade.- David, 24 años, ha sido costalero y desde 2017, sin tener experiencia en tocar la corneta, pasó a primera voz en una banda de cornetas y tambores de Daimiel. En la música de Semana Santa, el cambio también ha sido notable, no solo en la incorporación de instrumentos sino en la propia composición de las marchas, “recuerdo que en los primeros discos era raro encontrar una tuba o un fiscorno, ahora tenemos trompetas, bombardinos e incluso una campana para dar un toque más fúnebre, y a nivel de composiciones, antes eran marchas sencillas y ahora cada vez son más complejas, con acordes diferentes…”. En opinión de David, esa renovación no se ha vivido de igual modo en todas las bandas, “existen algunas muy conocidas en Sevilla que solo tienen cornetas y tambores pero son magníficas porque mantienen un sello de identidad y también me parece de admirar aquellas que quieren dar un paso adelante; es cierto que todas tienen marchas clásicas, porque la esencia no se puede perder, puede haber una progresión pero nunca se nos debe de olvidar el objetivo último de una marcha, es una manera de rezar haciendo música, el todo vale en una banda bajo mi punto de vista no debería existir”.
Las marchas de Semana Santa han tomado mucho protagonismo en los últimos años, tanto que se suceden por doquier los certámenes musicales y son varios los contratos de las bandas en procesiones de varias provincias cuando no hace tantos años, una banda podía acompañar a sus titulares y algunos sitios más pero sin salir de la provincia. En el caso de la banda donde toca David, este año empiezan el mismo Domingo de Ramos tocando en la hermandad de la Borriquita por la mañana, para ir a Baeza (Jaén) por la tarde; Lunes Santo en San Fernando (Cádiz), Martes Santo en Ayamonte (Huelva), Miércoles Santo en Mairena del Alcor (Sevilla), Jueves Santo en el certamen de la Hermandad de Los Moraos de Daimiel; Viernes Santo mañana, en El Nazareno de Daimiel, por la tarde Santísimo Cristo de la Piedad de Ciudad Real y el Domingo de Resurrección, en El Nazareno de Daimiel. Una semana frenética en la que David comparte un sentimiento, una devoción y, por extensión, disfruta por un trabajo bien hecho.
Pero tras ese disfrute hay un gran trabajo previo detrás. Son más de 140 ensayos al año, tres o cuatro veces por semana. “En mi banda hay un lema, aquí no se viene al ensayo, se viene a ensayar y es cierto, es importante ese trabajo previo para llegar a Semana Santa disfrutando, evitar los labios rajados o llegar cansados, los ensayos te ayudan a coger embocadura, a tocar de forma más cómoda y suelta…, son ensayos duros pero entretenidos”. Es un trabajo previo en el que tocan todos a la vez para ensayar una marcha ya montada pero, si hay que montarla, se dividen las voces y una vez que está suficientemente claro, se juntan todos los instrumentos para cuajar las voces.
David no puede sentirse más satisfecho de su progresión en la banda, “yo no sabía tocar nada pero la música me transmitía algo y veía la necesidad de hacerlo, ahora me encanta, animo a aquel que tenga dudas, que lo hagan aunque no sepan tocar, se aprende y disfrutas mucho”.
Cambios estéticos y artísticos.- Sacar un paso a la calle cuesta dinero, mucho dinero (se habla de miles de euros). Y todo, como en otras actividades, cuesta cada vez más, siendo costeado en su mayoría por los miembros de la hermandad ayudados por alguna subvención municipal, rifas, loterías… Además, la tendencia camina hacia tronos más grandes, con ciriales, fanales rebosantes de flores, faroles, tronos tallados, ricos bordados, … y cada año hay que hacerlo de forma diferente, sacando algún estreno, intentando sorprender a propios y ajenos conscientes de que la Semana Santa atrae a miles de personas.
Todos auguran un futuro prometedor para la Semana Santa de los próximos veinte o treinta años. La Semana Santa no irá a menos, seguirá evolucionando, donde los jóvenes de ahora serán los principales protagonistas y en el que el patrimonio seguirá creciendo como lo está haciendo ahora año tras año, con el paso más completo, más bordados, imágenes recién restauradas, etc. De hecho, en alguna Semana Santa como la de Jaén se siguen creando hermandades.
Texto: Oliva Carretero
Fotos: Pixabay/Manchainformación