Francisco Izquierdo Barba / Presidente del Consejo
Autonómico de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha, COFCAM

Estas semanas previas con el tema de los test de detección como bien sanitario de primera necesidad ha vuelto a saltar a la palestra la importancia de que los productos sanitarios cuenten con las máximas garantías y controles sanitarios, como se está haciendo en España a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Una vez más, como llevamos haciendo desde siempre, y especialmente desde el comienzo de la pandemia, las farmacias y farmacéuticos anteponemos la salud de los pacientes y el interés sanitario por encima de cualquier otra cuestión; aunque la decisión adoptada por el Gobierno este enero, supuso que la mayoría de las farmacias tuvimos que dispensar los test por debajo del precio de adquisición.

Hace tiempo que manifestamos a la Administración la necesidad de tomar esa medida que entró en vigor en enero. La estrategia del Gobierno de dispensar los test de antígenos a través de las farmacias es apostar por la salud de todos los ciudadanos. Contar con la red de farmacias en la lucha contra la pandemia, realizando funciones de salud pública, está demostrando ser una solución necesaria y eficaz. Los farmacéuticos hemos defendido que los intereses mercantiles no tienen cabida si hablamos de una herramienta esencial en la lucha contra la pandemia.

En España, las últimas semanas de diciembre y las primeras de enero, se produjo una tormenta perfecta: la llegada de la sexta ola de covid, que coincidió con la expansión de la variante Ómicron y provocó un elevado número de contagios; y la celebración de las fiestas de Navidad, ocasionando el aumento de la demanda en un 500 %, una rotura de stock e, incluso, un comercio ilegal y especulativo por parte de operadores ajenos al sector.

En todo momento la farmacia hemos actuado con profesionalidad, y el suministro volvió a la normalidad. Los farmacéuticos dijimos públicamente, aplaudimos y valoramos positivamente que se regule el precio. Además, el Ministerio de Sanidad ha considerado que los test de autodiagnóstico son un producto sanitario de colaboración al diagnóstico, muy eficaz para la gestión de la pandemia, razón por la que ha optado por su dispensación en Oficina de Farmacia. Una decisión acertada, la de apostar por el valor profesional de la farmacia y del farmacéutico, priorizando la salud de los ciudadanos e integrando a la red de farmacias en la gestión de la pandemia como estrategia de Salud Pública, no sólo con la dispensación de los test sino de forma adicional, en varias Comunidades, no en Castilla-La Mancha, con el seguimiento y control de casos.

La intervención del farmacéutico garantiza la dispensación sanitaria de estos test como un instrumento clave de Salud Pública, desarrollando una labor fundamental de educación y consejo sanitario; advirtiendo sobre la forma correcta y segura de usarlos, así como sobre las medidas a seguir en función de los resultados. Igualmente, desde el Consejo de Colegios Oficiales de Castilla-La Mancha –COFCAM- nos hemos ofrecido a la Consejería de Sanidad de la región, para hacer el test de antígenos en farmacias, y poder sumar en este reto un nuevo frente a la pandemia, notificando las farmacias a la Administración los resultados positivos, porque creemos que es una buena medida para descongestionar el sistema sanitario y bajar la presión asistencial, siguiendo con la mano tendida para aportar soluciones en la lucha contra la Covid desde el primer momento.

Los farmacéuticos somos los profesionales sanitarios expertos en el medicamento con una capacitación técnica, científica y sanitaria de primerísimo nivel. Sanitarios que, en el caso de la Farmacia Comunitaria, estamos a pie de calle atendiendo las necesidades sanitarias de la población, con una red de 1.255 farmacias en Castilla-La Mancha que son un recurso fundamental de cohesión social y territorial para construir ese mundo más justo y saludable que reivindica la OMS.

Si hablamos de accesibilidad, ningún recurso sanitario garantiza a los ciudadanos la dispensación de test de autodiagnóstico, y otros productos sanitarios –y la posibilidad de registro y seguimiento- en las mismas condiciones de cercanía y con la participación de un profesional sanitario que la farmacia comunitaria.

Un reto compartido por los cerca de 3.000 farmacéuticos que hay en Castilla-La Mancha que, día a día, renuevan su vocación de servicio y compromiso con la salud y bienestar de toda la sociedad, en todos sus ámbitos de ejercicio de la profesión.

En suma, los farmacéuticos hemos estado, estamos y estaremos siempre trabajando por los intereses de los ciudadanos y buscando poder colaborar con nuestra Administración, proponiendo soluciones.