Celia Muñoz (Ciudad Real, 1974) llegó a Down Ciudad Real Caminar como técnico logopeda cuando apenas había un par de profesionales. En seguida se enamoró de los chicos y de sus familias, del tesón y empeño puestos en que el barco flotara y siguiera navegando. Actualmente, casi 30 años después, la asociación cuenta con 23 técnicos, tres tipos de servicios, un punto de venta en la Avenida del Rey Santo, 3, de Ciudad Real, además de un proyecto de apoyo en los colegios y un futurible piso tutelado para la emancipación de los usuarios del centro.

“Está en nuestra mano darles la oportunidad para que puedan elegir una vida plena”

Pregunta.- ¿Cuándo comenzó usted a formar parte de Caminar y por qué tomó esta decisión?
Respuesta.- Comencé en Down Ciudad Real Caminar como técnico encargada del área de Logopedia hace más de 25 años. Por entonces era una asociación muy chiquitita, tan solo había dos profesionales en la asociación. Poco a poco me fui haciendo hueco, dedicándome a la solicitud de programas y evaluaciones, y casi 30 años después aquí sigo.

P.- ¿Qué te enamoró de la asociación?
R.- Quizás lo que más me gustó fue la ilusión de las familias y, sobre todo, el modo de afrontar la situación de sus hijos, en un momento en el que no había los recursos que ahora; todo se tenía que luchar muchísimo. Es la lectura personal que saco y creo que es el espíritu que ha acompañado a Down Caminar a lo largo de todos estos años.

P.- ¿Cuántos miembros tiene Down Caminar?
R.- En la actualidad atendemos a cien usuarios, aunque contamos con 60 socios. No todos los socios son usuarios, porque no solo atendemos a personas o familias con niños con Síndrome de Down y otros tipos de diversidad funcional, sino también a niños sin discapacidad o prematuros que vienen a nuestro centro de atención temprana hasta otros con trastornos del desarrollo.

P.- ¿Y con qué servicios cuenta?
R.- Los servicios fundamentales son el de atención temprana, apoyo escolar e integración social y laboral, ubicados en la calle Socuéllamos. Intentamos cubrir todas las necesidades desde que nacen hasta la edad adulta, dándoles el mayor número de programas posible en función de la etapa de cada persona.

P.- ¿Cuántos profesionales conforman hoy en día el equipo de la asociación?
R.- Es un equipo muy comprometido, que camina de la mano con las familias. En total hay 23 técnicos, entre psicólogos, logopedas, profesores de taller, profesores de apoyo y muchos voluntarios que nos ayudan muchísimo. Una plantilla que nos gustaría ampliar con los proyectos nuevos que esperamos conseguir, como el piso con apoyo, sería como el paso final una vez que la parte laboral, organizativa y educativa de nuestros usuarios están un poco asentadas. Aún no disponemos de financiación, me imagino que el año que viene empezaremos a moverlo. Ahora estamos trabajando en un proyecto sobre el apoyo a los chicos con Down dentro de los centros educativos.

 

Celia, en la tienda sita en Avenida Rey Santo, 3, junto a Miguel

P.- Tumbemos estereotipos. Las personas que tienen Síndrome de Down, son capaces de estudiar, trabajar y tener una vida independiente ¿no?
R.- En realidad, cualquier persona con algún tipo de diversidad funcional puede hacer lo que se proponga, siendo conscientes de sus gustos e intereses. En la mayoría de las personas, los intereses de cada uno van a la par de sus capacidades, y en ellos ocurre exactamente igual. Personalmente, creo que pueden conseguir lo que quieran porque tienen mucho interés en alcanzarlo y cuentan con el apoyo de las familias. Bien es cierto que con algo más de dificultades que el resto, por ejemplo en el ámbito escolar, universitario o laboral, no porque no tengan capacidad sino porque no se les dan las oportunidades suficientes, no existe ese abanico de opciones que se adapte a sus gustos e intereses. Cada uno logra lo que lucha, y aquí nos lo han demostrado en multitud de ocasiones muchos de los chicos.

P.- Entonces el problema no está tanto en ellos como en recursos a su disposición por parte de la administración, las empresas…
R.- Pienso que sí, con los apoyos necesarios son capaces de hacer cualquier cosa que se propongan si está dentro de sus intereses y motivaciones. Es cierto que los apoyos son caros pero a veces es cuestión de organizarse y de pensar que esas posibilidades les van a servir de gran ayuda y ellos las van a utilizar bien. Hay cosas que hacen que ni se nos pasa por la cabeza. Recientemente, un chico de la asociación se ha presentado a una oposición a funcionario de la Junta de Comunidades y otros también lo han hecho y han aprobado a la primera, ¿quién nos iba a decir a nosotros que iban a aprobar una oposición? Ellos son muy luchadores, muy trabajadores y se agarran a cualquier opción. Está en nuestras manos tenderles los puentes y los apoyos necesarios y, sobre todo, las oportunidades para que ellos puedan decidir una vida plena, lo más rica y variada posible.

P.- ¿Sigue existiendo algún tipo de discriminación social hacia estos chicos y chicas?
R.- Creo que sí, pero muchas veces es en plan positivo, porque todo el mundo está dispuesto a colaborar. Quizá las dificultades las encuentran a niveles de tipo organizativo y económico, porque realmente ofrecer un empleo con apoyo cuesta mucho más trabajo que para una persona que no necesita ninguna supervisión. Pero cuando una persona con algún tipo de diversidad funcional empieza a trabajar en una empresa, el resto se vuelca con él y le ayudan, en el cole lo mismo, se les quiere ayudar, pero faltan medios económicos, materiales y humanos, no por falta de voluntad sino que realmente no se llega.

P.- Down Ciudad Real Caminar ha abierto una tienda en Avenida del Rey Santo, 3. ¿Cómo va?
R.- Está enfocado a estos chicos que tras la pandemia echaban algo de menos las relaciones sociales. Nuestra pretensión era llevar el taller ocupacional al centro de Ciudad Real, se nos ocurrió hacer como una ampliación del mismo, y exponer los artículos que hacen en un espacio del centro (en la Avenida Rey Santo); esto permite que los chicos que no están dentro del programa de empleo con apoyo o que van a tener dificultades para realizar un trabajo de forma ordinaria en una empresa puedan estar ocupados pero con apoyo permanente, un monitor les acompaña. Ahí salvamos las capacidades de los chicos, lo único que necesitamos es que ellos quieran ir, y así fortalecer su vínculo con otras personas. Estamos satisfechos y los chicos están encantados. En la tienda tenemos artículos hechos por los propios chicos (pendientes, pulseras, llaveros, recuerdos de comunión, bautizo…) y una muestra de productos gourmet riquísimos. Y lotes para regalo.

P.- ¿Con qué ayudas contáis?
R.- Muchos programas están financiados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Ciudad Real a través del Patronato de Servicios Sociales. También entidades privadas como Fundación Pelayo, Fundación La Caixa, antes Mapfre y otras empresas. Otra parte muy importante se mantiene con la venta de productos, calendarios, loterías… Cada vez hay más chicos y se necesita más ayuda.

P.- ¿Cómo se puede colaborar?
R.- Primero como voluntario ofreciéndonos una parte de su tiempo o habilidades, y segundo económicamente con diversas modalidades, desde el Amigo Caminar que es una colaboración anual, a socios mensuales o trimestrales o patrocinadores del calendario…, pueden verse todas las opciones en la página web (www.downcaminar.org)

P.- ¿Cómo ha vivido Caminar esta pandemia?
R.- Nos han dado una lección, estos chicos se han adaptado de una forma admirable. Ha sido una experiencia dura de la que hemos salido victoriosos y con otra visión de lo que son las personas con diversidad funcional cognitiva. Se han puesto al día en todo, en clases online, en trabajo telemático, cuando regresaban a lo presencial venían con una ilusión enorme, aprendamos de ellos, luchando y afrontando los retos, porque la vida vale la pena.

Texto: Oliva Carretero Ruiz Fotos: Ayer&hoy