Jesús Antonio López Perales, director de la escuela, habla para Ayer&hoy

Bastan unos minutos para comprobar la gran transformación tecnológica y de instalaciones experimentada en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real en el último año. A su experiencia y calidad académicas sobradamente reconocidas, con profesionales e investigadores de primer orden, se ha unido ahora la reconversión de espacios debido a la pandemia, que han dotado de un equipamiento técnico y tecnológico, diseñado por los profesionales del propio centro, único en el campus, completado ahora con las excepcionales instalaciones de la bodega experimental que ya podría empezar a elaborar un poco de vino este año.

En este tour con el director de la ETSI Agrónomos, Jesús Antonio López Perales, Ayer&hoy ha comprobado la excelencia de la escuela en todas sus áreas, cuyos profesionales van pergeñando nuevos proyectos cada día, como un jardín vertical interior, el primero que se conoce de la zona. “Nuestra escuela es mucho más que pimientos y tomates”, aduce López, con numerosísimas salidas profesionales y titulaciones como el Grado de Ingeniería Agrícola sin paro, y el de Enología, con muchas opciones de empleabilidad.

Entre los titulados no hay desempleo, pero existe una circunstancia que podría revertirse con un mayor número de estudiantes, y es que “no tenemos tantos alumnos como ofertas nos llegan”, es decir, “tenemos problemas para que terminen cuarto curso o el máster porque se ponen antes a trabajar, nos gustaría que se insertaran laboralmente un poco después”.

Entre las salidas profesionales de Agrícola están la producción vegetal, producción animal, riegos, fitosanitarios, topografía, motores, maquinaria agrícola, además de administración, docencia, gabinetes de asesoramiento, gestión de ayudas y subvenciones, gestión medioambiental, etc.

En el Grado de Enología sucede lo mismo. Con 450 bodegas y cooperativas en Castilla-La Mancha, se podría llegar a un cupo en el futuro de 450 enólogos (en la actualidad, la pauta real es la de un enólogo para varias bodegas) que asegurarían el trabajo a los 20 alumnos que llegan cada año. Entre las salidas profesionales de Enología, están la dirección y control de la producción de uva de calidad; la transformación de la uva en vino de calidad; control analítico, microbiológico y sensorial; procesos de elaboración y comercialización de productos derivados de la uva; gestión de la industria vitivinícola; análisis físicos, químicos, microbiológicos y organolépticos; asesoramiento técnico a viticultores y bodegas; cursos especializados…

Bodega experimental, de alta tecnología y capacidad de frío.- No le falta de nada. Y todo diseñado por la escuela, “hemos buscado un equilibrio entre estética y funcionalidad”, comenta el director de la ETSIA. Recepción de la uva, zona de prensado y depósitos, cámara, sala de barricas, zona de embotellado, sala de usos múltiples… y con frío por toda la instalación. Su capacidad será de 3.000 kilos, “suficiente para enseñar a los alumnos y para poder tener capacidad económica”. La fase de construcción ha concluido prácticamente, a falta del equipamiento que “va a tardar un poco más porque la licitación salió algo después”, explica.

Tecnología puntera en el aula.- La pandemia les llevó a renovar las aulas e idear un sistema técnico y tecnológico puntero para dar clases. Quitaron tabiques para agrandar alguna clase, se deshicieron de las bancadas corridas para poner pupitres individuales, habilitaron un almacén como aula, diseñaron un sistema de climatización que renueva el aire de forma permanente, eliminando por completo la recirculación, con un nivel de eficacia de más del 99%, sin tener que abrir ventanas ni puertas… Aunque todo se hizo de forma progresiva, disponen ahora de los mejores equipos de refrigeración y audiovisuales de la zona: cañones láser con una calidad de imagen y sonido extraordinaria; sonido, pantallas de televisión, altavoces, micrófonos, tabletas de 28 pulgadas… En concreto, en una de las aulas, de 40 metros de profundidad, el aforo reducido permite dar clase a 63 alumnos, y con esta tecnología pueden llegar al alumno de la última fila con la misma calidad de sonido e imagen que el que está frente al profesor, con la opción de poder simultanear la clase con otra aula. Esta tecnología se ha implementado en diez clases del centro, un método que algunos alumnos y profesores ya prefieren al antiguo.