Lino (en latín: Linus), conocido también como Papa Lino o Lino de Volterra, fue el sumo pontífice de la Iglesia católica entre los años 67 y 76 y es considerado santo por la Iglesia. Según las listas episcopales más antiguas de la Iglesia de Roma Lino habría sido el primer sucesor de san Pedro al frente de la comunidad romana, por lo cual la Iglesia católica lo considera el segundo papa.

Lino es todavía hoy un personaje enigmático debido a la escasez de la información que se conserva acerca de él. Su nombre aparece mencionado en la Biblia, por lo que Ireneo de Lyon, Hegesipo de Jerusalén y Eusebio de Cesarea lo identificaron como un personaje del círculo de Pablo de Tarso. También Hegesipo de Jerusalén incluyó a Lino en la sucesión apostólica de Roma iniciada por los apóstoles Pedro y Pablo, e hizo notar que tanto Lino como Clemente de Roma fueron contemporáneos de Pablo y sirvieron luego como obispos.

Lino fue designado papa, aunque cabe anotar que durante los primeros siglos, el vocablo «papa» era usado para dirigirse o referirse a los obispos de las ciudades importantes. Vivió un período difícil, con una Iglesia clandestina y todavía en construcción, y vivió diversas etapas de persecución contra lo que los romanos todavía consideraban una secta judía.

Falleció finalmente en el año 76, o 78, probablemente martirizado. Su recuerdo se mantuvo olvidado durante mucho tiempo, hasta el punto de que Tertuliano llegó a considerar como sucesor de Pedro a San Cleto.