Cremas, sombrillas, bañadores, toallas, llantos y pañales… el verano de José y Laura ha sido bastante frenético. Decidieron alquilar un piso durante quince días en Dénia para que Alba, su hija (de seis meses) pudiera estar cómoda. Por el contrario, al final, todo han sido contratiempos propios de la estrecha relación entre la ley de Murphy y ser padres primerizos.
En realidad, Laura está deseando volver a Madrid e incorporarse a su trabajo, el único sitio donde se siente una mujer y no un biberón con patas. José, por su parte, quiere volver a tener los momentos de intimidad con Laura, poder dormir solos en su cama, en su casa y sin la pequeña, que no ha encajado bien lo de tener una cuna diferente a la habitual y no para de llorar, excepto cuando nota el calor cercano de su madre. José y Laura, quieren volver a casa, a su vida, a su realidad…
Septiembre trae estabilidad y vuelta a la rutina diaria, a los días parametrizados y las tareas programadas. Lo que a priori parecería aburrido para muchos, para otros, es un salvavidas donde volver a sentirse seguros.
Pero, lo que en algunos casos puede ser beneficioso, en otros aspectos de la vida, la rutina y lo repetitivo pueden llevar al aburrimiento.
Efectivamente hablamos de la erótica, el deseo, de cómo vivimos la sensualidad en pareja. Seamos sinceros: la pasión tiene los días contados y cuanto antes lo asimilemos, mucho mejor.
Lo veo a diario en terapia, el creer que la pasión y el deseo surgen de forma natural, puede ser un complemento desastroso para algunas dificultades sexuales. Y es que, si piensas que todo surgirá de forma espontánea… no harás nada para mejorar tu vida sexual.
Si, el deseo sexual en pareja hay que trabajarlo, y para ello ser conscientes y ponerse en el lugar de la otra persona, son factores importantes para prevenir desenlaces desastrosos. En los casos de parejas con diferentes niveles de deseo sexual, es frecuente que cada una de las partes solamente piense en sus propios motivos e intereses.
Si Laura siente menos deseo sexual que José, seguramente piense que si él la quiere tendrá que aceptar la situación y aguantarse. Pero si Laura lo pensara bien, hace muchas cosas por José para lograr verlo feliz, como acompañarle al cine a ver una película de acción, comer pizza barbacoa y aguantar a la suegra…
¿Por qué el sexo está excluido de esta ecuación de felicidad? Si es algo que hacemos con agrado y sin sentirnos obligados…
¿Por qué no podemos hacerlo por nuestra pareja y por nuestro propio placer? Es simplemente no dejarnos llevar por el fácil «no me apetece».
Por otro lado José pensará en que Laura ha cambiado, que ya no es como antes, antes siempre tenía ganas de abrazarle, ahora casi le rehúye…quizás José no piensa que Laura está cansada y destrozada, quizás si se repartieran mejor las tareas de casa, podría estar más por la labor…y es que Laura no puede sola con todo.
Bien sea por el nacimiento de los hijos, por la monotonía o la rutina, o por otros factores, la vivencia de nuestra sexualidad en pareja puede verse afectada, y… ¡ojo! nadie tiene la culpa, ambas partes son las responsables en lograr que todo vaya genial.
No sé si alguna vez te has preguntado lo que le gusta a tu pareja, su ideal, cómo le gustaría que fuera vuestra erótica. Te animo a hacerlo. Laura pensaba que José quería mantener relaciones sexuales todos los días y cada vez que él se acercaba, ella lo rehuía anticipando lo que iba a pasar. Exponiendo sus intereses resultó que José también necesitaba caricias, abrazos e intimidad y que no era tan importante para él la cantidad sino la calidad. Y es que otra cosa que juega en contra de las relaciones, es suponer lo que nuestra pareja piensa.
Septiembre puede ser otro punto de partida, otra fecha clave para hablar de lo que nos gusta y no nos gusta de nuestra relación de pareja (aunque siempre debería de ser buen momento).
El bajo deseo derivado de la rutina sexual, es una de las principales demandas en terapia, y es que es algo muy habitual en relaciones estables.
¿Piensas tomar cartas en el asunto o seguirás dentro de la rutina (sexual)?
Ana Belén Rodríguez atiende dificultades sexuales y de pareja en Ciudad Real
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