De todas las posibles razones para iniciar una guerra, un cubo de agua es quizá la más idiota, aunque es cierto que éste es únicamente un incidente más dentro de una rivalidad de más de 300 años entre las ciudades italianas de Módena -apoyada por el Sacro Imperio Romano Germánico- y Bolonia -apoyada por el papado-.

Ocurrió en el año 1325. Tras meses de tensión entre las dos ciudades estado, un grupo de soldados de Módena se infiltró en Bolonia y robaron un cubo de un pozo del centro de la ciudad. Las autoridades boloñesas se tomaron muy mal lo sucedido y demandaron su devolución. Como los modenenses se negaron, en Bolonia reunieron un ejército de 30.000 hombres, que se enfrentaron a los 7.000 de Módena en la batalla de Zappolino. Pese a la diferencia numérica, los ladrones de cubos se impusieron en una batalla en la que murieron cerca de 2.000 soldados. Módena se pudo quedar con el cubo, del que hoy se puede ver una réplica en la Torre della Ghirlandina, conmemorando aquella victoria.