Tiene recién cumplidos los 49 años, es ciudadrealeña y su trabajo está en la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra (Suiza), aunque debe viajar regularmente. Antes de eso, Alarcos Cieza Moreno ha tenido una brillante carrera académica como doctora y catedrática de Psicología y Salud Pública en Reino Unido y Alemania. Otra universidad, la de Hasselt (Bélgica), la nombró doctora honoris causa por “su extraordinaria contribución para mejorar la práctica clínica de la rehabilitación”.
“En algunos países hay que partir de la base de que no existen servicios de salud”
Pregunta.- Eres aún muy joven y ya cuentas con una larga trayectoria profesional y académica reconocida recientemente con un doctorado honoris causa, ¿cómo te sientes echando la vista atrás?
Respuesta.- Para mí es una gran satisfacción poder seguir trabajando con la misma pasión del primer día. Miro hacia el futuro con la expectación de poder seguir contribuyendo a avanzar lo máximo posible en la mejora clínica de la rehabilitación, la discapacidad, la visión y la audición. Y ahora, con la oportunidad que me brinda la OMS como responsable de estas agendas para lograr avances, aparte de la repercusión e impacto que suponen para mi carrera. También me siento muy orgullosa de haber tenido la posibilidad de influir en la vida y en las carreras de muchos estudiantes, a través de las clases que he impartido y los doctorados que he supervisado.
P.- ¿Cuál es tu labor en la OMS?
R.- La OMS trabaja en coordinación con los ministerios de salud de los distintos países, sobre todo de los que están en vías de desarrollo, para fortalecer sus sistemas de salud, que sean capaces de proveer los servicios que los ciudadanos necesitan. Si una persona necesita servicios, sean oftalmológicos, de audición o rehabilitación el sistema tiene que tener la capacidad de proveer esos servicios, para lo que debe existir una legislación, profesionales sanitarios, financiación, sistemas de información, medicamentos y servicios y productos de asistencia (sillas de ruedas, gafas, audífonos…), eso es lo que constituyen los distintos bloques del sistema de salud. Trabajamos con esos ministerios, desarrollando planes de acción y políticas públicas de salud. En eso consiste mi trabajo, en crear las normativas que ayuden a los países a activar esas agendas para fortalecer los sistemas de salud y proveerlos de servicios.
P.- Cuando hablas de países en vías de desarrollo, ¿a cuántos te refieres?
R.- Hay un número considerable, muchos países de América Central, Latinoamérica, Asia Central y cualquier país que necesita apoyo como los países de la antigua Unión Soviética, que están avanzando muchísimo pero necesitan mucho apoyo para desarrollar políticas públicas de salud.
P.- ¿Cuál es la situación general de los ciudadanos con problemas de visión, audición, rehabilitación y discapacidad en esos países en vías de desarrollo?
R.- En muchísimos países los servicios son muy muy precarios. Por ejemplo, hay países donde una persona con una lesión medular tras un accidente de tráfico muere de las consecuencias de la lesión. En sitios como España eso no pasa, se puede llevar una vida muy satisfactoria merced a unos servicios sanitarios y políticas públicas que hacen que estas personas puedan ser integradas en la sociedad.
En algunos países hay que partir de la base de que no existen siquiera servicios de salud, hay que empezar a montar las distintas piezas necesarias en el sistema, y en la OMS creamos las directrices científicas para facilitar ese trabajo a los países. Muchas veces también creamos conexiones entre países, en ocasiones organizamos reuniones regionales para que unos países aprendan de otros, etc.
P.- Para todo ese trabajo ¿contarás con un equipo?
R.- Sí, por supuesto. Un equipo que está distribuido en las seis regiones de la OMS. Hay personas responsables de estas agendas en las oficinas regionales de la OMS en Brazaville (Congo), El Cairo (Egipto), Copenhague (Dinamarca), Manila (Filipinas), Nueva Delhi (India) y Washington (EE UU) aparte de la central en Ginebra (Suiza) donde estoy yo. Todos estos responsables regionales implementan la labor de los países mientras que yo me ocupo de crear las normativas que luego se implementan en cada región.
P.- ¿Cuándo se puede hablar de que existe una discapacidad?
R.- Cuando hay limitaciones de funcionamiento asociadas a una condición de salud y al entorno. Por ejemplo, si una persona ha tenido una lesión medular, el nivel de discapacidad es grandísimo si no hay rampas en su casa, no hay accesibilidad en los edificios públicos y se encuentra con obstáculos en la calle. Para que exista discapacidad debe existir una condición de salud pero no es lo único determinante, también está el entorno, si el entorno no facilita la accesibilidad, la experiencia de discapacidad es mucho mayor. Por ello hay grandísimas diferencias de unos países a otros; en muchos sitios se observa la poca sensibilidad, no solo por la accesibilidad de movimiento sino también de información para personas con deficiencia visual o cognitiva.
P.- ¿Cuáles son los retos próximos para la OMS en materia de visión, audición, rehabilitación y discapacidad?
R.- Lo primordial es que esos servicios existan, pero también que no cuesten tanto que puedan empobrecer a las personas y a sus familias. En muchos países hay servicios de rehabilitación pero el usuario no los puede pagar… Desde la OMS estamos promoviendo servicios de salud de calidad que tienen que ser prestados sin sufrir económicamente hasta el punto de que no se tenga para cubrir otras necesidades básicas. Utilicemos el ejemplo de antes, si tienes una lesión medular y muchos medios económicos, vas a conseguir mejorar, pero no se trata de eso, se trata de que los servicios sean de calidad, cercanos y que formen parte de la cobertura universal. Hoy en día, en muchos países si los niños nacen con una deficiencia de audición, primero a lo mejor ni se detecta; segundo, si se detecta se esconde y no se estimula al niño como debería, no existen esos servicios, esa persona puede tener medios económicos pero el resto de la población no. En resumen, existen dos grandes retos en los próximos años: primero, cobertura universal y servicios de calidad, y segundo fortalecer los servicios de atención primaria lo máximo posible con una buena coordinación de servicios.
P.- En general en España ¿tenemos un buen sistema de salud?
R.- Se reconoce como uno de los buenos sistemas de salud del mundo, en cuanto a prestaciones, coordinación de servicios, atención integrada, cobertura universal…, aunque en distintas áreas del país la calidad se puede mejorar.
P.- Se ha diseñado un plan de acción de rehabilitación 2030 con el fin de integrar la rehabilitación en todos los sistemas de salud, ¿es algo utópico? ¿supone mucha financiación?
R.– Es preciso fortalecer los sistemas de salud para proveer buenos sistemas de rehabilitación dentro de la cobertura universal. Supone financiación pero al final es una inversión. Me decía un diplomático español que en España vivimos muchos años pero no envejecemos bien o de forma saludable, sino todo lo contrario, con muchos achaques. Y la rehabilitación es fundamental para que el funcionamiento se mantenga, es algo que ahora estamos promoviendo mucho desde la OMS, estamos haciendo estudios y cálculos de cuál es el retorno de la inversión en la rehabilitación, qué ganancias recibe un gobierno si invierte en rehabilitación, optimizando así la movilidad y la participación en el trabajo. Se trata de vivir mucho pero en las mejores condiciones posibles, pese a que en muchas situaciones no se pueden evitar ciertas condiciones de salud.
P.- ¿Hace cuántos años te marchaste de Ciudad Real? ¿Te gustaría trabajar en España?
R.- Cuando tenía 18 años me marché a Madrid a estudiar Psicología, luego me fui al extranjero y ya no he vuelto a vivir en España, hace ya 30 años, aunque un nombre como el mío siempre me une a la tierra. En cuanto a trabajar en España no lo tengo pensado, no es una decisión que he tomado ni creo que vaya a tomar, ya veremos lo que me depara la vida.
P.- ¿Te consideras buena embajadora de Ciudad Real y de La Mancha?
R.- Siempre promuevo La Mancha, tenía en mi despacho pero luego lo coloqué en el pasillo, para que lo viese más gente, un cuadro estupendo de El Quijote (sonríe), eso siempre, y el queso manchego. Mi hermano Mariano se encarga de surtirme cuando voy a España, voy con frecuencia, aunque solo sean unas cuantas horas, a veces me reúno en Madrid con mi familia.
Texto: Oliva Carretero Ruiz. Foto: Alarcos Cieza