Miguel Alberdi / Decorador

En estos días que pasaremos bastantes horas delante de la tele…, la iluminación de tu casa no solamente es una cuestión de estética. La distribución de los puntos de luz en la estancia donde está colocada la televisión debe hacerse desde el punto de vista práctico, evitando que se den condiciones luminosas que te obliguen a forzar la vista. El secreto es rebajar el contraste entre la pantalla y el resto del ambiente.

Está demostrado que la televisión es el electrodoméstico más usados de todos: pasamos una media de cuatro horas al día sentados delante de ella. Por eso, nuestra tele siempre tiene un lugar privilegiado en casa, ya sea en el salón o en otras estancias. Si dedicamos tanto tiempo a esta actividad, es fundamental que las condiciones en las que lo hacemos sean óptimas.

Cuando coloques el televisor debes tener en cuenta por donde entra la luz natural. Evita ponerlo en frente de una ventana o al lado, si está muy pegada. Lo importante es evitar el reflejo de sol sobre la pantalla.

Por si la vemos de noche.- Muchas veces tendemos a ver el televisor totalmente a oscuras, porque crea un ambiente más íntimo y apropiado para disfrutar, por ejemplo, de una película. Sin embargo debes evitarlo porque supone un esfuerzo muy importante para tus ojos. La iluminación muy intensa tampoco es buena opción, ya que provocará el mismo efecto que la oscuridad completa. Lo que tienes que buscar es un nivel de luz que atenúe la claridad de la pantalla y la oscuridad del ambiente: una luz suave.

Para conseguir una luz adecuada para ver la televisión puedes jugar con la situación de los puntos de luz o con la intensidad de los focos. Si cuentas con un interruptor que permita graduar la luz modifica la intensidad cuando te sientes delante de la tele para que no sea demasiado clara, pero que rebaje el contraste entre la pantalla y el resto del ambiente.

También son recomendables las lámparas de pantalla.- Coloca una con pie que quede a una altura superior a tus ojos y a unos metros de distancia de tu posición. Conseguirás que la oscuridad se rompa y el contraste entre la pantalla y la habitación se equilibre. Si prefieres ahorra espacio, coloca apliques de pared detrás de ti. La luz no te dará directamente a los ojos y tu vista te lo agradecerá. Otra opción interesante es colocar una fuente de luz secundaria detrás del televisor. Si es una lámpara flexible mejor, así podrás orientar la luz hacia la pared.

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