Protocolo y propuestas para la vuelta al centro de belleza
A veces cuando la vida se empeña en sorprenderte, solo tiene que hacer salir el sol en invierno, pero, esta vez, se ha empeñado tanto en ello, que le ha dado la vuelta a nuestra vida como si fuera un calcetín.
Aquí estamos en un cóctel de sensaciones, como pájaro enjaulado que vuela hacia el exterior, al abrir la portezuela, y a su vez extrañando la seguridad de los límites de su jaula.
Nada hace presagiar la vuelta a las dificultades de antes. Ahora se nos antojan fáciles y se convierten en deseos de normalidad.
Un beso, una caricia que antes tomábamos a la ligera, incluso de la que pasábamos de puntillas, unas veces con cierto pudor y otras incluso con desdén, son deseadas ahora, como símbolo de libertad real. Nada agradeceríamos más que un abrazo. Pero, ¡también esto pasará!
Dicen los eruditos de las palabras, que “preocuparse” es ocuparse antes de que las cosas ocurran, y en esas me encuentro yo ahora, a finales de abril cuando escribí estas cuatro letras, ocupándome de la vuelta al trabajo de mi equipo y mía, para que, tanto nosotros como nuestros clientes, nuestros proveedores, y todos aquellos que ansiamos volver, a lo que en un futuro será la normalidad, lo hagamos con las máximas responsabilidades, tomando medidas que pueden, por el momento, resultar tan restrictivas como necesarias, y que, seguro, nos llevarán de la mano a conseguir que ir a la Pelu, además de una necesidad, como se ha convertido este tiempo, sea un placer, donde volver a reencontrarse con una imagen, fresca y renovada, que suponga el primer peldaño para subir esta escalera hacia la normalidad, en la que, sin duda, nos espera un horizonte de esperanza.
¿Llegaremos siendo más sabios? No sabemos, sí creo que hemos aprendido que podemos vivir con lo esencial y a valorar como accesorias muchas de las cosas que antes creíamos imprescindibles. Una de las cosas que han ocurrido es que he podido corroborar mi teoría de que la ropa es menos esencial que el pelo, a la hora de vernos bien con nuestra imagen, como se ha hecho patente en esos días.
Puedo asegurar que tanto mi equipo, yo misma, como mis compañeros profesionales de la peluquería y la estética, hemos tenido una maratón de formaciones diarias on line estas semanas, volcados en ayudaros a recobrar una imagen renovada con soluciones eficaces, donde resolver las necesidades de tu pelo, tu piel y tus manos y uñas tan expuestas, devolviéndoles la belleza de nuevo.
Volvemos con rubios vibrantes, con las nuevas balayages, los castaños de matices bronceados más luminosos que nunca, unos cobrizos especialmente cálidos y picantes. Las melenas recuperan su movimiento y los nuevos “pixies” aportan una imagen juvenil fácil de mantener, muy versátiles y cómodos de peinar.
Nuestras propuestas de belleza serán para dar respuesta a esa imagen que llevas tanto tiempo deseando, y quizá este es el momento ideal para atreverse con un cambio de estilo. Estoy segura que todos estamos preparándonos para recibiros, eso sí con la máxima responsabilidad, para procurar, la mayor protección y seguridad, para lo cual pido la colaboración de todas-os. Habrá que tener normas de protocolo, para que tanto clientes como profesionales las guardemos a rajatabla. Porque todos queremos estar más guap@s en perfecto estado de salud. Y lo vamos a conseguir. Bienvenidos.
Escríbeme a ino@inopeluquerias.com