Celebrar la vida o tener una ‘excusa’ para hacerlo. Ése es el sentimiento generalizado de una sociedad que quiere olvidar y dejar atrás unos años ‘horribilis’ en los que se ha visto cómo seres queridos fallecían solos en una cama de hospital, había familiares ingresados en UCI contagiados de coronavirus o solamente por el mero hecho de estar confinados sin poder salir a la puerta de la calle, a lo que se une más recientemente la guerra de Ucrania, la crisis energética y la subida de precios generalizada.
Una vuelta a la normalidad donde existen ganas de reunirse y de disfrutar del momento, aquí y ahora. La falta de contacto, encuentro e intercambio social han desembocado tras el fin de las restricciones sanitarias en un aluvión de eventos, los presentes y los que estaban pendientes de los últimos años, con un aumento exponencial que supera cifras de prepandemia, según indican algunos organizadores de eventos. Este mismo verano se han visto las ganas de acudir a eventos con una participación multitudinaria y de récord en ferias y fiestas de ciudades y municipios, conciertos de música, eventos deportivos, etcétera.
Ahora se celebra todo, sea familiar o corporativo y de forma mucho menos comedida que antes de 2020, asegura la organizadora de eventos Cristina Cabello. Las bodas ocupan todavía el grueso de celebraciones, aunque los eventos familiares, privados, empresariales y corporativos están ganando terreno y van en aumento, “en mi caso supone un 70-30”, nos cuenta.
A la clásica BBC (bodas, bautizos y comuniones) se une un rosario de ceremonias y celebraciones familiares, que van desde cumpleaños, graduaciones, puestas de largo –algo menos-, despedidas de soltero y de soltera, aniversarios de boda, no solo las típicas de plata (25 años) u oro (50 años), sino que también se renuevan los votos a los diez años, a los 15, a los 20… con fiesta por todo lo alto… En ocasiones, se han celebrado bodas triples, donde se ha aprovechado que uno de los hermanos iba a hacer sus bodas de oro para celebrarlo también el resto, teniendo así la excusa de reunir a toda la familia. Pero también se festejan los divorcios o las jubilaciones. Es más, como diría aquel, no has nacido aún o te has muerto y también se hace una fiesta, herencia de la tradición anglosajona, como son las denominadas ‘Baby Shower’ (fiesta de bienvenida al bebé) o ‘Gender Reveal Party’ (fiesta de revelación de sexo del bebé) y los funerales, sobre todo en ciudades con población extranjera, donde se organizan comidas con los platos favoritos del fallecido o celebraciones de recuerdo en homenaje al finado una vez pasado el duelo. En nuestra cultura mediterránea, aún no estamos acostumbrados a ello, aunque se ven pequeños testimonios de funerales con acompañamiento musical del gusto del fallecido o algún pequeño ágape.
En materia de eventos corporativos, ya se hacían anteriormente, pero ahora se ha generalizado más si cabe, comentan los profesionales, porque las empresas se han dado cuenta de la importancia de presentar su producto o dar a conocer algún proyecto entre sus clientes en un entorno diferente y con un programa original, atractivo y planificado al detalle. Aquí caben todo tipo de eventos, desde aniversarios de empresa, presentaciones de productos o de proyectos hasta ‘team building party’ o encuentros de construcción de equipo.
Para dar cuenta del boom de demanda, algunos profesionales tienen su agenda llena para 2023 con un margen para eventos de última hora. A este respecto, Cristina asegura que la mayoría de los eventos se concentran en los meses de mayo, con las comuniones, junio, julio y agosto, aunque se huye del excesivo calor; septiembre y octubre son también dos meses de un gran número de celebraciones y eventos.
Vivir experiencias.- De cualquier modo, sea evento familiar o empresarial, lo que se demanda es que el evento tenga un hilo argumental en el que se vivan experiencias, explica Cabello, “se planifica todo al detalle, siguiendo una coherencia”. En el caso de las bodas, se define en primer lugar la idea o el concepto clave de la ceremonia, a continuación se lleva a cabo un ‘brainstorming’ o lluvia de ideas dándole forma, ajustándose o no a un presupuesto, “en mi caso siempre nos ajustamos al presupuesto del cliente, hay otras empresas que no lo hacen, pero para mí es mucho más sencillo ofrecer opciones viables en función de un precio, porque si no se puede disparar de coste”.
La captación sensorial y los detalles son elementos básicos en los eventos de hoy en día. Por ejemplo, en una fiesta donde se revela el sexo del futuro bebé a la familia, la decoración a base de globos, confeti, guirnaldas…, o la tarta se ponen de color rosa o azul dependiendo de si va a ser niño o niña, o de ambos si son gemelos de ambos sexos. En el caso de un evento de empresa, léase el lanzamiento de un nuevo producto o servicio, se pueden utilizar ambientadores o velas de un olor determinado, obsequiando al cliente con una pequeña vela del mismo aroma para que cuando la olfatee, le recuerde a ese artículo en concreto y a la empresa que lo comercializa.
Los ‘team building’ y eventos en empresas, en auge.- Con la normalización de la actividad, los eventos en empresas, entidades privadas o colegios profesionales se han reactivado, es más, aquellos negocios no habituados anteriormente han decidido programar en el calendario algunas celebraciones, bien de aniversario, campañas o presentaciones de productos o los mencionados team building partys. Los congresos también están experimentando un auge, mayor si cabe a los años prepandemia.
En nuestro territorio, el sector agroalimentario está viendo la gran repercusión de este tipo de citas para sus clientes, por lo que cada vez es más frecuente presentaciones de nuevos vinos, pequeñas catas de vino, aceite, queso…, o experiencias gastronómicas de muy diversa índole, “es importante dar a conocer y a probar el producto, si el cliente no lo conoce, no lo pedirá cuando acuda a cualquier local de restauración”, indica la organizadora de eventos.
No sólo se está mejorando la imagen de cara al exterior, las empresas han recuperado las reuniones de team building o fortalecimiento de equipo, gracias a las cuales los trabajadores viven una jornada de convivencia con experiencias únicas en un entorno distinto a la oficina. Si ya en prepandemia eran conocidas las jornadas de paintball o de ruta en algún paraje, ahora las opciones se han diversificado sobremanera y se organizan eventos totalmente personalizados. “Se puede hacer lo que la empresa desee con el presupuesto indicado, aunque lo lógico es conocer previamente la empresa, qué tipo de negocio es, si hay personas con discapacidad, la edad media de los trabajadores y su capacidad física…, porque no es lo mismo poner a chicos de 30 años a hacer tirolina que a trabajadores de 60 años”, comenta Cabello. Reconoce que cualquier empresa demanda este tipo de jornadas, sea de tamaño pequeño o grande, y suelen repetir porque los resultados son muy positivos, “cuando se hace piña, todo el mundo trabaja mejor; además, se respira muy buen ambiente y a la larga redunda en una mayor productividad”.
Evolución en las bodas y el regalo.- En nada o muy poco se parecen las bodas actuales a las de hace 20 años. La revolución ha sido total en todo. Hasta en los lugares elegidos. Ahora es muy frecuente que los novios prefieran casarse en una finca donde se desarrolla toda la ceremonia y el banquete, especialmente en bodas civiles. Asimismo, es muy usual que una wedding planner la planifique con suficiente antelación para que nada quede sujeto a la improvisación. En ese día tan especial, los novios buscan una ceremonia muy personal, con la que se identifiquen, de ahí que se organice todo estableciendo una especie de guión con timing o tiempo medido al milímetro.
Una boda requiere de mucho tiempo y esfuerzo de organización, por lo que cualquier wedding planner siempre aconseja contratar sus servicios con suficiente antelación. En el caso de la organizadora consultada, suele tener en agenda un total de 12 enlaces completos por año, y en 2022 ya ha alcanzado las 18, un 50% más, síntoma de la gran demanda existente. Como experta en organización de eventos, sus principales pautas son atenerse al presupuesto marcado, el no crear falsas expectativas, exponer a los novios posibles inconvenientes y la elaboración de varios planes en caso de que falle alguno, “ten en cuenta que la boda es en directo, no se puede repetir otro día, por lo que si algo no funciona como debería, hay que tener pensado un plan b, c o d y una gran capacidad de reacción”. Su objetivo principal, en todo caso, “es que el cliente disfrute antes, durante y después de la boda, sea de un presupuesto de 3.000 o de 250.000 euros”.
A juicio de Cabello, un organizador debe ser maestro de todo y tremendamente planificador, conociendo también a los proveedores aunque las necesidades del cliente son las que prevalecen.
Lo que más ha cambiado es el regalo, tanto de los invitados a los novios como viceversa, desterrando viejas costumbres como el corte de corbata o de liga. En la mayoría de los casos, el regalo de boda se hace por transferencia o vía Bizum mucho antes del día señalado. Algunos organizadores de bodas confeccionan una web específica para el día del enlace donde van colgando todo tipo de cosas, entre ellas la información para hacer la transferencia mediante código QR u de otro modo, dejando así la tarjeta de invitación lo más limpia posible, “sin datos de cuentas corrientes que resultan poco agradables”, cuenta la wedding planner.
En el caso del regalo de la madrina, ahora se prefieren obsequios útiles, normalmente de oenegés, con lo que se contribuye a causas solidarias. Tampoco se reparte por las mesas, sino que directamente se deja a cada invitado antes del banquete.
Cumpleaños y despedidas de soltero.- La evolución también ha sido enorme en los cumpleaños o despedidas de soltera y soltero. De un entorno más o menos familiar, muchas personas han pasado a organizar grandes fiestas de cumpleaños en locales, espacios de ocio o restaurantes. Si en pandemia cumplieron 40 o 50 años, dos años después han organizado grandes fiestas por todo lo alto para reunir a amigos y familiares. A la hora de regalar, ya no es habitual que cada amigo compre algo, sino que se hace un buen regalo entre todos como una experiencia de viaje, un buen bolso, unos zapatos o una obra de arte.
En cuanto a pasar las despedidas de soltera y soltero en clubes de striptease, esto ya pasó a la historia o ha quedado algo obsoleto, “ahora se programan experiencias de muy diverso tipo, sea ir a un spa, clases de automaquillaje, cursos de floristería o talleres de lettering, en función de los gustos de la novia o el novio”.
Los funerales también se celebran.- Aunque es muy poco habitual por nuestra cultura mediterránea, en algunas ciudades de costa o insulares donde hay un gran porcentaje de población extranjera o anglosajona, se requieren los servicios de un ‘Event Planner’ (planificador u organizador de eventos) para organizar fiestas de homenaje a los difuntos, “se suele dejar un tiempo para pasar el duelo y en la celebración se pone la música que le gustaba al fallecido, sus platos favoritos…, lo cierto es que resulta muy bonito porque se recuerda lo bueno de esa persona”.
El máximo exponente de celebración de funeral lo tuvimos el mes pasado con el de la reina Isabel II de Inglaterra, donde el boato y la pompa retransmitidas por televisión “difícilmente podrá verse a esos niveles en España, porque el concepto de monarquía es diferente, los reyes británicos son como semidioses”.
La buena cocina, fundamental en cualquier evento.- El sector de la restauración ha experimentado una ligera mejoría en el segundo semestre del año con la recuperación de eventos y celebraciones. La buena cocina y la buena mesa son elementos fundamentales en cualquier evento para garantizar el éxito del mismo. En opinión de una de las restauradoras de mayor trayectoria de Ciudad Real, María Ángeles Navarro, la segunda mitad de 2022 ha sido “muy buena” porque se han celebrado eventos pendientes más los que se están planificando estos meses y para el próximo año, “se está viendo movimiento para bodas en 2023 con aumento de invitados incluso”. En su caso, cuentan además con alguna reserva para comuniones, pero no son pocos los fines de semana que ofrecen bodas, cumpleaños, jubilaciones o eventos familiares en las instalaciones del Torreón de la Fuensanta.
Navarro subraya que tanto novios como organizadores de eventos priorizan el lugar del evento o la ceremonia, que tenga exteriores, con jardines y bonitos rincones para captar las mejores fotografías, “en el Torreón de la Fuensanta ofrecemos muchas opciones, con un espacio al aire libre único, lleno de detalles y muy cuidado”.
En cuanto a la oferta gastronómica, es importante tener materia prima de calidad y buena logística para atender las necesidades de los clientes. En este caso, María Ángeles Navarro destaca la apuesta de su casa por la cocina mediterránea de calidad y el buen producto, tanto en mariscos, pescados como carnes, con el añadido de disponer de la cocina en el mismo lugar de celebración, “con las ventajas que eso supone ante necesidades especiales o en eventos con premura”.
Ahora, este mes de octubre el sector de la hostelería pone el foco en la campaña navideña con las comidas y cenas de amigos y familiares que el año pasado no pudieron celebrarse por la llegada de la variante Ómicron.
Texto: Oliva Carretero Ruiz. Fotos: Ayer&hoy